Política

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Altura de miras y diálogo para que España tenga un Gobierno estable

Además del adiós de Rivera, la resaca electoral deja la apelación de los empresarios a la responsabilidad frente a la desaceleración que se avecina y la preocupación sindical por el auge de Vox

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, asiste a la entrega el XIV Premio Diario de León al Desarrollo Social y los Valores Humanos a la Fundación Juan Soñador. Junto a él, el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones y el popular Antonio Silván
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, asiste a la entrega el XIV Premio Diario de León al Desarrollo Social y los Valores Humanos a la Fundación Juan Soñador. Junto a él, el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones y el popular Antonio SilvánCarlos S. CampilloIcal

El día después de la intensa jornada electoral del pasado domingo sirve para analizar los datos más en profundidad, pero también para que la sociedad en su conjunto exprese sus opiniones acerca de lo sucedido.

Y las palabras más repetidas han sido las de responsabilidad, diálogo y altura de miras ante un escenario complejo y troceado en lo político, y especialmente delicado en lo económico y social, ante la recesión que viene, según auguran muchos economistas.

Los empresarios, representados por Cecale y las Cámaras de Comercio e Industria, tienen claro lo que ha de pasar: que se forme un Gobierno estable y fruto del entendimiento cuanto antes, que dé respuesta inmediata a la desaceleración económica actual para seguir creando empleo y riqueza. «Es necesario llegar a acuerdos para no frenar el crecimiento en España, y esta situación requiere de hombres de Estado que antepongan los intereses generales a los particulares», sostienen desde la Cámara de Comercio, mientras que desde la patronal apuntan a la responsabilidad de todos los partidos para que puedan ponerse en marcha los numerosos proyectos de inversión que están esperando a ver que ocurre en el país.

Los sindicatos UGT y CCOO también han hablado. Y han expresado sus deseos: rechazo a unas terceras elecciones y apuesta por que se forme un Gobierno progresista con formaciones de izquierdas encabezadas por el PSOE y Podemos.

«El resultado abre una segunda oportunidad a la izquierda, y PSOE y Podemos están condenados a un acuerdo de la forma que sea», decía Vicente Andrés, secretario general de CCOO en Castilla y León, mientras que Faustino Temprano, líder regional de UGT, recordaba que la derecha no suma y pedía a las formaciones menos tacticismo y que piensen más en las personas. Además, se mostraba contundente respecto al auge de Vox, al asegurar que ve con preocupación que esta formación ponga en entredicho el Estado autonómico y cuestione algunos derechos. Y pedía abiertamente que se forme un cortafuegos en torno a los de Abascal.

La dimisión del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, tras el desplome de su formación, en lo que ha supuesto un gesto poco frecuente por estos lares, ha marcado también esta «postjornada» electoral, donde han despedido al presidente del partido «naranja» con división de opiniones. Desde las loas del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, por su defensa de España, la Constitución y la concordia, pasando por el agradecimiento de Luis Fuentes a su sacrificio y valentía o al «gracias por tanto» de Francisco Igea, hasta llegar a las duras críticas del alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, quien aprovechaba la red social Twitter para llamar a Rivera «ególatra patológico e irresponsable» y para asegurar que pasará a la historia por su «torpeza» política, en referencia a ese posible pacto con Sánchez que nunca llegó.

El pacto PP-Cs sigue firme

El futuro de Ciudadanos en Castilla y León tras su descalabro nacional, también se colaba en esta jornada «postelectoral», donde Fernández Mañueco desvinculaba los resultados del acuerdo de gobernabilidad que PP y Cs tienen firmado. «Es un Gobierno autonómico único, sustentado por dos fuerzas, y que sigue teniendo un proyecto para esta tierra», decía ayer en León, mientras aseguraba que lo más importante ahora es anteponer España a cualquier interés personal o partidista.

Pese al bajón de Cs, el PP ha recuperado la hegemonía y la sonrisa en la Región al lograr 40.000 apoyos más y superar en seis mil a un PSOE que pierde 23.000 votos respecto a abril, pero que a pesar de ello sigue siendo la fuerza más votada en seis capitales de provincia como León, Burgos, Valladolid, Soria, palencia y Zamora, además de en ciudades importantes como Miranda de Ebro, Ponferrada, Aranda de Duero, Medina del Campo o Almazán, entre muchas otras de más de cinco mil habitantes.

El escrutinio deja también a un PP ganador con solvencia en Salamanca y Ávila, con especial hincapié en sus capitales, y un triunfo popular más ajustado en Segovia, así como el «subidón» de Vox en los núcleos urbanos pero también en la Castilla y León Vacía. De hecho, los de Santiago Abascal han sido la fuerza más votada este pasado domingo en medio centenar de pueblos, especialmente en Salamanca, Burgos y Valladolid.

Y el PSOE ya trabaja en una moción de censura

El PSOE de Castilla y León no ha esperado ni unas horas desde que se conocieran los resultados de las elecciones generales, para empezar a trabajar en una hipotética moción de censura a Fernández Mañueco, que les lleve al poder en nuestra Comunidad. Lo decía con otras palabras la secretaria de Organización del PSOE, Ana Sánchez, ayer, cuando pedía a Ciudadanos y a su líder, Francisco Igea, una reflexión serena y sin prisa acerca de su apoyo al PP en Castilla y León. La dirigente socialista cree que Ciudadanos ha pagado en las urnas su respaldo a los populares y recordaba que el vicepresidente ya manifestó su idea de pactar con el PSOE «pero Rivera no le dejó».