Implicación y labor social para dar oportunidades al colectivo gitano

Los datos no dejan lugar a la duda. La tasa del paro de la población gitana en Castilla y León alcanza el 52 por ciento, lo que supone tres veces más que la de la población general: sólo el 17 por ciento del colectivo ha completado la ESO; el 63 por ciento de los jóvenes entre 16 y 29 años ni estudian, ni trabajan y el 92 por ciento de las familias se encuentra en riesgo de pobreza. Es por ello, que desde la Fundación Secretariado Gitano, que cuenta con sedes en siete de las provincias de la Comunidad, trabaja desde hace años en fomentar el empleo y la formación del colectivo con el fin de que pueda contar con más oportunidades.

Mar Fresno, directora territorial en la Comunidad, señala a LA RAZÓN, que en el último año un total de 755 personas han encontrado un trabajo a raíz de las acciones de este organismo, lo que supone casi 200 más que el anterior año. Para ello se realizan itinerarios individualizado sociolaborales tanto por cuenta propia o ajena, además de sesiones formativas para que adquieran una mayor competencias.

«El programa se focaliza más en los jóvenes», indica Fresno y ejemplo de ello es «Aprender Trabajando», que dura seis meses y donde se colabora con empresas de distintos sectores. «Los itinerarios buscar desarrollar las capacidades y competencias de las personas», manifiesta la directora territorial.

«Para nosotros lo importante es que la persona se inicie en una actividad laboral y que el sector empresarial incorpore a personas en situación de vulnerabilidad», prosigue Fresno, quien añade además, que otro de los objetivos es incorporar al mayor número de mujeres al mercado laboral, un apartado donde aún queda mucho por hacer.

Otro de los programas exitoso y que cumple ya diez años es «Promociona», que nace después de detectar las dificultades de las personas que no pueden contar con un trabajo por una baja cualificación. Es por ello que el objetivo es garantizar que el mayor número de niños concluyan la ESO. Para ello se trabaja en dos líneas de actuación, con las familias y los centros educativos que se complementa con unas aulas de refuerzo y apoyo para determinados alumnos.

Durante el pasado año se ha trabajado con 53 centros educativos de la Comunidad y han participado 134 alumnos, de los que el 70 por ciento son de la ESO. «Este año vamos a subir a 30 alumnos por aula, pero no a más, por que queremos dar la mejor formación para ellos y en la actualidad existe una alta demanda para participar en ellos». Además, recientemente han puesto en marcha el «Pupitre gitano» para frenar la tasa de abandono.