Javi Guerra: “Son días difíciles por que la situación es grave pero hay que seguir con la rutina como se pueda”

El pasado mes de febrero, el atleta segoviano Javi Guerra lograba, a sus 36 años, proclamarse campeón de Maratón de España con la tercera marca de todos los tiempos. Un logro que le permitía abrir de par en par las puertas para estar presente en los Juegos Olímpicos de Tokio. Y más dada sus circunstancias, ya que en los pasados de Río de Janeiro no los pudo disputar a causa de una tromboflebitis en los días previos.

El panorama ha cambiado en menos de un mes con la incertidumbre de la celebración de la cita olímpica el próximo verano y, sobre todo, en la preparación que están llevando a cabo nuestros atletas confinados en sus domicilios. “Son días difíciles por que la situación es grave. Hay que cumplir con las restricciones pero también hay que seguir con nuestra rutina de entrenamiento”, indica Guerra a LA RAZÓN.

De momento, entrena con un rodillo que tiene en casa, de la época en la que ha estado lesionado, realizando tareas para fortalecer músculos y el sistema nervioso, “aunque los días de bici no nos vienen bien”. Desde la Federación Española de Atletismo ya se han puesto en contacto con él para facilitarle en los próximos días una cinta para correr dentro de casa.

Acostumbrado a salir a correr por distintos parajes, Javi Guerra confiesa que se le está haciendo duro pero que continúa con una rutina diaria, tanto por la mañana como por la tarde para no perder la condición física durante este periodo, y los momentos de relax lo aprovecha para estar con su mujer, hablar con el móvil con amigos y ver series por televisión.

Lo que tiene en mente es participar en los Juegos Olímpicos tras la mala suerte vivida en la anterior cita y confía en que puedan celebrarse más pronto que tarde. “Una opción es que puedan disputarse a finales de este año, por que si no es así nos va a trastocar a mucho nuestros planes, y hay que ver en qué condiciones se disputarían”.

De momento toca resignarse, y seguir con su preparación, en las mejores condiciones posibles, a la espera que este virus nos permita volver a nuestra vida rutinaria lo antes posible.