Coronavirus

Las 26 zonas en fase 1 podrían avanzar el lunes a la dos

Castilla y León cambia de estrategia y propondrá desesacaladas por provincias mientras Casado asegura que la Comunidad entera está lista para pasar de etapa

Vecinos de Esguevillas de Esgueva que podrían pasar a la Fase 2 a partir del próximo lunes
Vecinos de Esguevillas de Esgueva que podrían pasar a la Fase 2 a partir del próximo lunesmir_ical

Poco a poco, con más pausa que prisa, Castilla y León parece que empieza a ver la luz al final del túnel porque los datos acompañan y entre los ciudadanos la desesacalada comienza a ser sueño agradable y cercano, algo tangible que se puede tocar ya con los dedos de la mano, y no una pesadilla como hasta ahora.

Y es que este lunes, si la cosa no se tuerce estos días que restan de semana y el Ministerio de Sanidad da el visto bueno, las 26 zonas básicas de salud que llevan diez en fase 1, en las que viven alrededor de 53.000 personas, podrán acceder a la Fase 2, que supone, entre otras cosas, que los bares, cines y teatros e incluso las piscinas puedan abrir sus puertas aunque con aforo limitado, mientras que el resto de Castilla y León t, prácticamente toda la Comunidad, podría estar el lunes en el primer peldaño y empezar a respirar un poco, sobre todo para los habitantes de las capitales de provincia, ya que se permitiría la movilidad en la misma provincia, la reunión de diez personas o que las terrazas de los bares puedan empezar a recibir gente.

Las 26 zonas básicas de salud que el lunes podrían entrar en fase 2 son: Muñico en Ávila; Sedano, Valle de Losa, Quintanar de la Sierra, Espinosa de los Monteros, Pampliega y Valle de Mena, en la provincia de Burgos; Truchas, Matallana de Torio y Riaño, en León; Torquemada, en Palencia, Robleda, Aldeadávila de la Ribera, Miranda del Castañar y Lumbrales en Salamanca; San Pedro Manrique, en Soria; Alaejos, Mayorga de Campos y Esguevillas de Esgueva, en Valladolid, y Alta Sanabria, Carbajales de Alba, Tábara, Santibañez de Vidriales, Alcañices, Corrales del Vino y Villalpando, en Zamora.

Así lo confirmaba este mediodía la consejera de Sanidad, Verónica Casado, durante el habitual parte diario para explicar la evolución de la pandemia en la Región, donde aseguraba que se ha decidido dar este paso no por presiones políticas sino porque los datos epidemiológicos y sanitarios de Castilla y León revelan que la evolución es favorable, que hay capacidad para realizar pruebas moleculares PCR, que hay una tendencia a la baja en cuanto a contagios -menos de cien casos al día durante dos semanas, aunque ahora los contagios están en torno a la mitad- , y al alza en lo que se refiere a camas UCI además de recursos disponibles para afrontar un repunte. De hecho, Casado anunciaba que ya tienen listos y dispuestos para empezar a trabajar a medio millar de rastreadores, corona-detectives y responsables de Salud Pública y Comunitaria, como le gusta decir a la consejera, lo que supone un por cada centro de salud con al menos cinco mil tarjetas sanitarias, para llevar a cabo el seguimiento y vigilancia de la Covid-19 y poder actuar rápido.

Además, la consejera avanzaba un cambio de estrategia en la desesacalada de la Comunidad, que pasará a ser por provincias y no por zonas sanitarias como hasta ahora, aunque apuntaba que desde la Junta seguirá respetando siempre los catorce días sin contagios y se mantendrán las zonas básicas de salud como unidad, en el caso de que haya repuntes y hubiera que volver al confinamiento, que se haría por áreas sanitarias.

Evitar aglomeraciones

Casado aseguraba que esta semana es “crucial” para el devenir de la Comunidad y por eso hacía un nuevo llamamiento a la prudencia y a la responsabilidad individual para no tener que dar un paso atrás que sería “terrible”. Asimismo, aseguraba que no hay que perderle el respeto a este virus que también está atacando a jóvenes, y animaba a la población evitar las aglomeraciones, en referencia a las protestas y caceroladas contra la gestión del Gobierno de España en esta crisis sanitaria en varias ciudades de la Comunidad.

Por todo ello, insistía en su mensaje de lavarse bien las manos y mantener la distancia de seguridad, por ser “los mejores guantes y las mejores mascarillas”, pero especialmente esta última, ya que es la que evita que las “gotitas” que se emiten al hablar lleguen a otra persona.