Hallan dos perros abandonados, con heridas y desnutridos en Villablino (León)

La Guardia Civil investiga a dos personas como supuestos autores de un presunto delito de maltrato animal por imprudencia con resultado de lesiones por tener a dos pastores alemanes abandonados, con heridas y desnutridos en la localidad leonesa de Villablino.

El Seprona de la Guardia Civil de Villablino inició las investigaciones al tener conocimiento de la existencia de perros con lesiones y en malas condiciones físico e higiénico sanitarias, entre el lodo y las heces, en una finca situada en la citada localidad, hasta la que se trasladó una patrulla para comprobar el estado de los animales.

Los agentes desplazados determinaron que la causa más probable de las heridas que presentaban los perros fuera el abandono de los animales sin adoptar las medidas necesarias para su tenencia, ya que fueron atados al cuello con una cadena corta que produjo diversas heridas por oclusión de la cadena al cuello, mientras que el segundo animal presentaba una extrema desnutrición que hacía peligrar su supervivencia.

Continuando con las pesquisas policiales, la benemérita logró identifica a su propietario y posteriormente al tenedor de los mismos, por lo que instruyó diligencias como supuestos autores de un delito de maltrato animal y las remitieron al Juzgado de Instrucción número uno de Villablino.

Hace unos días, la Guardia Civil investiga a un ganadero de la localidad abulense de Casavieja como presunto autor de un delito de maltrato animal después de encontrar en su explotación 22 vacas muertas. Además, también se le acusó de falsedad documental, de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y de desobediencia grave a un agente de la autoridad.

La investigación, según confirmaron fuentes del Instituto Armado a Ical, arrancó después de que el pasado mes de septiembre una patrulla encontrara en paraje conocido como “El Tornadero”, dentro término municipal de Casavieja, una explotación agrícola con varios cadáveres de ganado bovino en avanzado estado de descomposición, de los que la mitad no poseían la correspondiente identificación auricular y ni si quiera el agujero de haberla portado.

Posteriormente y en presencia del titular de la explotación, se llevó a cabo una inspección ocular en la que también participaron dos veterinarios de la Junta de Castilla y León. En la misma se hallando un total de 57 cabezas de reses vivas, de las cuales trece no poseían la identificación auricular y 29 no estaban dados de alta en la explotación. Solamente quince reses se encontraban en regla. Además se pudieron contabilizar un total de 22 cadáveres.