Economía
Salamanca albergará en 2023 “el mayor complejo biotecnológico de industria sostenible a nivel mundial”
El proyecto, impulsado por la empresa Tebrio, generará 900 empleos en la provincia
La empresa española Tebrio pondrá en marcha en Salamanca durante 2023 “el mayor complejo biotecnológico de industria sostenible a nivel mundial” que, según la entidad, generará en la provincia un total de 900 empleos, entre directos e indirectos.
Este complejo biotecnológico industrial, “único a nivel mundial”, estará dedicado a la cría y transformación del insecto Tenebrio Molitor e integrado dentro de la nueva industria sostenible 4.0. La instalación pretende posicionar a la compañía y a la industria de España a nivel global como “líder en el sector de la producción y transformación de insectos”.
Además, creará hasta 4.700 puestos de trabajo en toda España, que “ayudarán a mitigar la despoblación rural”. El proyecto tendrá una “gran repercusión” dentro del sector agroalimentario y biotecnológico, ya que podrá servir como “impulso para la digitalización de otras empresas de nuestro país dentro de un marco de transición hacia la economía verde”.
“Prevemos una facturación anual de 87 millones de euros, con un margen razonable de beneficio y una producción de más de 100.000 toneladas de productos al año. Nuestro objetivo es ser el mayor productor de insectos de Europa, o por lo menos, estar entre los tres primeros y así liderar este sector desde España”, aseguró Adriana Casillas, CEO de Tebrio. Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, que estará listo para 2023, la biotecnológica ha solicitado 115 millones de euros dentro del marco de los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.
Según informó la compañía este plan estratégico ayudará a Tebrio a llevar “al siguiente nivel “uno de los pilares fundamentales de la empresa: la sostenibilidad”. La empresa utilizará los insectos producidos y transformados en proteínas, lípidos, fertilizantes y polímeros, todos ellos productos sostenibles, para su uso como piensos para peces, alimentos para mascotas y mercados hortofrutícolas. Creará así un proceso “totalmente respetuoso con el medioambiente que no genera residuos” y esto les permitirá producir con una huella de carbono negativa, “muy por debajo de las cifras establecidas por la Comisión Europea”. Así podrán ofrecer también a sus clientes “la oportunidad de reducir aún más sus índices de huella de carbono” gracias a sus productos.
En cuanto a la creación de puestos de trabajo, irán enfocados tanto para personal altamente cualificado vinculado a la ejecución, gestión de las instalaciones y desarrollos paralelos tecnológicos, como para puestos no especializados con roles de operarios. Su aspiración es “impactar en el aumento de la población rural de su entorno más cercano”, ya que Salamanca es la tercera provincia con mayor despoblación en todo el territorio español. Este plan “podría ayudar a frenar esta fuga de personas y generar un valor añadido en el territorio”.
Economía verde
“Tebrio nace en paralelo al desarrollo de las tecnologías asociadas a la industria 4.0. Esto nos presenta una oportunidad única para posicionarnos como líderes y referentes en la transición digital, enfocada hacia un modelo de producción respetuoso y sostenible que tiene como base la producción verde”, señaló Adriana Casillas.
La biotecnológica destacó también que los insectos se multiplican rápidamente y son altamente eficaces para la conversión de materia orgánica a partir de subproductos vegetales. La utilización de materias primas, que no compiten con la alimentación humana o animal, posicionan a este insecto como “uno de los mejores candidatos para solucionar el déficit proteico previsto por el aumento de la población mundial o la posible disminución de productividad de alimentos debido al cambio climático”. Además, la transformación de estos insectos permite generar proteínas y grasas “de alta calidad” a través de una alimentación basada en subproductos.
Estas materias primas, que sirven como alimento de sus insectos, se pueden también complementar con subproductos y residuos de otras industrias alimentarias, donde alguna parte de los alimentos no llegan al mercado, pero siguen presentando una “garantía total desde la inocuidad alimentaria”.
La capacidad de poder utilizar estas fuentes alimentarias, contribuye a un “mayor aprovechamiento” de la producción agroalimentaria. “Aportando así nuevas vías para generar más valor dentro de un contexto de economía circular o ayudando a disminuir sensiblemente el impacto de la huella de carbono en uno de los principales sectores de la economía española”, concluyó
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