Un escudo social y económico en Castilla y León para superar la pandemia

Ha sido el año más complicado que se recuerda en Castilla y León tanto por los efectos nocivos de la pandemia en el ámbito sanitario como en el económico. Un año, donde la Covid-19 ha roto todos los esquemas y en el que se ha hecho necesario, desde el primer momento, todos los recursos sanitarios y económicos para los miles de castellanos y leoneses que, por una u otra circunstancia se han visto salpicados por la pandemia, aunque muchos se han quedado por el camino.

La protección de las personas ha sido en todo momento el objetivo primordial del Gobierno liderado por Alfonso Fernández Mañueco. Uno de los grandes ejes han sido las medidas de contención social, como el toque de queda, que en Castilla y León se adelantó a las ocho de la tarde durante un mes ante la alta incidencia que se vivió, en especial después de las pasadas Navidades; el cierre de determinados establecimientos, en especial de hostelería, centros comerciales o gimnasios; los límites de aforos y los límites de reuniones a seis, y ahora a cuatro personas no convivientes (en estos momentos). Unas medidas, muy polémicas para algunos, pero que han dado esperanzadores resultados, con un notable descenso de casos en la actualidad.

Refuerzo sanitario

La Sanidad se ha hecho más imprescindible que nunca este año, con unos profesionales que se han dejado la vida, doblando turnos ante la saturación hospitalaria vivida en distintas fases del último año. Es por ello, que el Presupuesto de este año de la Consejería de la Sanidad ha aumentado un 7,5 por ciento.

En este periodo se ha aumentado en más de 500 el número de camas de críticos en las UCIs extendidas, lo que ha permitido atender el incremento sin colapsar el sistema, más de 500 respiradores y una reserva estratégica de material de protección para varios meses. Asimismo se han contratado 250 médicos, 2.100 profesionales de enfermería y 1.400 auxiliares. Sólo en el año 2020 el gasto Covid supuso casi 400 millones de euros y las unidades de apoyo psicológico atendieron más de 11.000 llamadas.

Asimismo se han fortalecido los servicios sociales y el sistema educativo, adaptando la Renta Garantizada de Ciudadanía, y haciendo un esfuerzo sin precedentes en los colegios, con nuevas aplicaciones informáticas y el portal web de educación, que ha permitido continuar con las clases y poniendo todas las medidas posibles en las aulas para el día a día. Ningún colegio ha cerrado.

Y todo ello en un 2021 incierto, aunque la Junta lo encara con más gasto e inversión y sin subida de impuestos y con numerosas partidas económicas con ayudas directas a empresas, por valor de 123 millones de euros para los sectores más afectados por la Covid-19, como la hostelería, el turismo o la cultura.

Y un frente común donde no ha estado sólo, ya que ha firmado varios acuerdos relevantes con la Mesa del Diálogo Social y el pasado verano se firmaba un Pacto para la Recuperación con la mayoría de grupos parlamentarios de la Comunidad.