Nuevas tecnologías
El despliegue de fibra óptica avanza en Castilla y León
Gracias a las ayudas públicas de la Junta y del Gobierno a las operadoras
La extensión de la fibra óptica en el medio rural de la Comunidad cobra un nuevo impulso con las primeras actuaciones de ejecución de los proyectos subvencionados en la convocatoria de 2020 del Programa de Extensión de la Banda Ancha de Nueva Generación, cofinanciado entre el Gobierno y la Junta. Se estima que, una vez finalizados los despliegues programados por los dos operadores beneficiarios, un 90 por ciento de la población de Castilla y León tendrá acceso a Internet con una velocidad de más de 100 megabips por segundo (Mbps).
Según el último informe publicado por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, a mediados de 2019 la cobertura de banda ancha mediante redes con velocidad de más de 100 Mbps se situaba en torno al 66,7% de la población castellana y leonesa. Este mismo informe prevé que la cobertura alcanzará el 86 por ciento una vez que se complete la ejecución de los proyectos subvencionados con las convocatorias resueltas antes de 2020 por el Programa de Extensión de la Banda Ancha de Nueva Generación (PEBA-NGA).
El Gobierno de España y la Junta de Castilla y León llevan muchos años realizando convocatorias periódicas de ayudas a las empresas operadoras para acelerar la extensión de la banda ancha de alta velocidad. Desde el año 2015 hasta la actualidad, entre ambas administraciones públicas se han concedido más de 100 millones de euros en subvenciones, gracias a los que se ha impulsado la llegada de Internet a más de 2.400 pueblos, en los que residen 800.000 ciudadanos castellanos y leoneses.
En esta última convocatoria del PEBA-NGA 2020 han sido seleccionados nueve proyectos para Castilla y León, uno por cada provincia, que recibirán 19,5 millones de euros en ayudas, financiados por el Gobierno y la Junta, y que serán cofinanciados por la Unión Europea mediante fondos FEDER. Los operadores encargados de la ejecución de estos proyectos, con los que se estima que la cobertura de Internet de alta velocidad alcanzará al 90 por ciento de la población a lo largo de 2023, son Adamo Telecom Iberia y Telefónica de España.
La inversión total que se llevará a cabo en Castilla y León gracias a estos proyectos supera los 39 millones de euros, que se enmarcan dentro del compromiso de la Junta de movilizar en esta legislatura no menos de 100 millones de euros entre las diferentes administraciones y operadores de telecomunicaciones para la cobertura de banda ancha en todo el territorio.
En línea con este compromiso, la Junta de Castilla y León firmó el año pasado una serie de protocolos con las nueve diputaciones provinciales de la Comunidad y con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que establecen las bases de la actuación coordinada entre todas estas administraciones para el estudio de la situación de los servicios de telecomunicaciones en la Comunidad de Castilla y León y para el diseño de mecanismos que contribuyan a llevar la cobertura más allá de ese 90 por ciento.
Dentro de las actuaciones incluidas en los proyectos del PEBA-NGA 2020 se encuentra el despliegue de fibra óptica en el municipio de Tiñosillos (Ávila), cuya ejecución se ha iniciado esta misma semana por la operadora Adamo Telecom Iberia. El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones –acompañado por el alcalde de este municipio y presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García-, ha visitado recientemente esta localidad abulense con el fin de conocer sobre el terreno los primeros trabajos realizados sobre el despliegue de fibra óptica que permitirá la dotación de internet de banda ancha.
Durante su visita, Suárez-Quiñones destacó la importancia del acceso a Internet en el medio rural “para que nuestros pueblos más pequeños estén perfectamente preparados para afrontar el gran reto de modernidad y futuro que supone la transformación digital, y para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos independientemente de su lugar de residencia”, en especial en un momento en el que “la pandemia de la COVID-19 está suponiendo un fuerte estímulo a las fórmulas de trabajo no presenciales, lo que lleva a muchos jóvenes castellanos y leoneses a mirar hacia el mundo rural como alternativa para vivir, emprender y desarrollarse profesionalmente en un entorno más tranquilo y cercano a la naturaleza”.
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