Medio Ambiente

Omaña y Luna apuesta por la sostenibilidad y por el agua

La Reserva de la Biosfera leonesa desarrolla un nuevo proyecto para sus más de 80.000 hectáreas, que implica a unos 2.500 vecinos

Los niños de la Reserva Omaña y Luna participan inmersos en la iniciativa «Guardianes de la Biosfera»
Los niños de la Reserva Omaña y Luna participan inmersos en la iniciativa «Guardianes de la Biosfera»La Razón

«Somos agua» es el interesante proyecto que acaba de dar inicio en en la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna, provincia de León, y que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad. Una iniciativa que apuesta de manera decidida por la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad como la mejor estrategia de adaptación al cambio climático.

Natalia Castro, gestora de esta reserva, explica a LA RAZÓN este plan, que cuenta con la implicación de los más de 2.500 vecinos que viven en alrededor de 80 localidades, y que abarcan un total de 80.000 hectáreas al norte de la provincia leonesa.

Investigación que se está llevando a cabo con el sector apícola de la Reserva de Omaña y Luna
Investigación que se está llevando a cabo con el sector apícola de la Reserva de Omaña y LunaLa Razón

«Queremos estudiar las consecuencias de la disminución de recursos hídricos por el cambio climático en la gestión y uso sostenible de recursos naturales en esta zona», indica. Por ello se hace imprescindible, contar tanto con la participación de los ayuntamientos y juntas vecinales, de empresas y emprendedores asentados en la zona, así de como los propios pobladores.

De esta manera, se van a desarrollar investigaciones aplicadas con el sector apícola, la ganadería extensiva o la cosmética ecológica, además de distintas acciones formativas con grupos de voluntarios del territorio encaminadas a la mejor gestión de los recursos naturales de cara al futuro.

Un vecino segando un prado en la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna
Un vecino segando un prado en la Reserva de la Biosfera de Omaña y LunaLa Razón

Y también tendrán su protagonismo los más pequeños con el grupo «Guardianes de la Biosfera», del que forman parte todos los niños escolarizados en los centros educativos de la Reserva de la Biosfera, desarrollando acciones varias, como por ejemplo, la plantación de árboles.

Con los resultados obtenidos se trabajará en un plan de adaptación al cambio climático que permita optimizar las actividades económicas de la zona en el territorio y los usos del agua por la población», indica.

«Esta es una zona muy despoblada y envejecida pero la calidad de vida es muy alta», señala Natalia Castro, quien considera que el tema de la pandemia ha traído nuevas expectativas a estas zonas, sobre todo para iniciar un nuevo proyecto de vida.

Pero aún así, todavía en pleno siglo XXI existen necesidades imperiosas como internet, que no llega a algunas poblaciones de la zona, o la Sanidad, con la falta de especialistas, aunque resalta que la Educación es «un auténtico lujo» con un ratio de clase con 10 u 11 niños.