“Cuando suena el teléfono para realizar un rescate lo primero que se siente es adrenalina, pero no hay que dejarse llevar por los nervios. Se debe mantener la calma para poder recabar los datos necesarios para poder cargar el equipo adecuado y realizar el rescate de la mejor forma posible”. Claro y directo se muestra Steven Alejos (Palencia, 1996), agente de la Guardia Civil que ha logrado ingresar en el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Benemérita (GREIM), destinado en Boltaña (Huesca). Asegura a la Agencia Ical que es todo un orgullo poder vestir este uniforme y ayudar a quien reclame su auxilio, aunque, en ocasiones, se ponga en peligro la vida de los integrantes del operativo. Juventud y vocación de servicio se unen a su pasión por la naturaleza y la montaña, con el único fin de dar luz a aquellas personas que lo pasan mal.
¿Apasionado de la naturaleza?
Con 16 años empecé a practicar atletismo con el Club Puentecillas de Palencia y a las pocas semanas de inscribirme me di cuenta que lo de dar vueltas en círculos en una pista plana no era lo mío, por lo que me uní a un grupo de ‘Carreras por Montaña’. Me sentí cómodo y los macizos me abrieron la posibilidad de escalar, descender barrancos y practicar espeleología. Al final abrí el abanico y empecé a disfrutar de todas y cada una de las modalidades en este entorno.
Y del color verde. ¿Verde de la Guardia Civil?
Mi padre es Guardia Civil, por lo que es algo que he visto desde pequeño y siempre me ha llamado mucho la atención. Cuando empecé a correr por la montaña me dio información sobre una especialidad de la Guardia Civil que se centraba específicamente en ayudar a personas en este tipo de entornos, cosa que me llamó mucho la atención. Desde el momento en el que supe de su existencia me di cuenta que sería todo un orgullo formar parte de ellos.
¿Por qué decidió entrar en el instituto armado?
Desde joven mi padre me enseñó desde dentro lo que es la Guardia Civil y las múltiples opciones de especialidades que hay a nivel interno, llamándome especial atención la del GREIM. Desde que supe de la existencia de esta especialidad me centré en los estudios de acceso al Instituto Armado con el objetivo de poder formar parte, en algún momento, de ese grupo tan admirable.
¿Cómo han sido sus primeras experiencias dentro del cuerpo?
Tras aprobar las pruebas de acceso al cuerpo ingresé en la academia para realizar la formación previa antes de salir a la calle, decidí hacer las prácticas como guardia alumno en el Puesto de Boltaña (Huesca), ya que contaba con una de las unidades del GREIM más activas de toda España. Me encontré allí una familia de compañeros que desde el primer día me acogieron como a su hijo pequeño y gracias a los cuales hoy he llegado a ser lo que soy. No puedo estar más agradecido del trato de todos ellos.
De patrulla al GREIM…
Aunque mi objetivo desde el ingreso era formar parte del GREIM, el haber estado de patrulla en Seguridad Ciudadana me dio mucha movilidad de cara a la labor de Policía Judicial que desempeña la especialidad en los entornos montañosos. Fue una muy buena experiencia que me ha ayudado a forjar nuevas amistades.
¿De hobby a profesión?
Lo que empezó siendo un hobby de correr por el monte me ha ayudado a poco a poco ir desenvolviéndome mejor en estos entornos y coger experiencia de cara al ámbito profesional. Es un orgullo poder, a través del GREIM, trasladar todos los años de aprendizaje a estos entornos con la finalidad de ayudar a personas que lo están pasando realmente mal.
La montaña como su nueva oficina, ¿qué significa para usted?
En la oficina de un Puesto, el agente tiene que saber dónde se encuentra cada cosa, pero esta ‘oficina’ tiene unas dimensiones mayores y es vital saber reconocer cada rincón de la misma para poder ofrecer una respuesta rápida, incluso en las condiciones más adversas.
Con su juventud pertenece a una de las unidades de referencia de la Guardia Civil. ¿Sueño cumplido a la primera?
Llegué joven a Boltaña e hice muy buenas amistades con los compañeros, especialmente con Alberto (Chano), que me ha enseñado muchísimas cosas y gracias al cual pude superar las pruebas de acceso, al ser mi mentor. La juventud es solo un número, con motivación y ganas de aprender uno pude ponerse grandes metas. Así que he cumplido un sueño joven, pero acaba de empezar y está cargado de horas de aprendizaje y perfeccionamiento por delante.
¿Cómo ha sido el proceso de selección?
Con 20 años salí de la academia y la primera convocatoria de acceso a esta especialidad salió el 2018, pero no pude acceder a la misma al quedar excluido por no tener la condición de guardia civil y ser todavía alumno, por lo que seguí entrenando para poder presentarme en la siguiente convocatoria, en la que sí fui seleccionado y, en marzo de 2021, se realizaron las pruebas de acceso durante una semana con diversas pruebas de todo tipo.
Han sido nueve meses de formación en todas las disciplinas sin importar la climatología…
Empezamos el 1 de septiembre con Espeleología, autosocorro y las primeras nociones de rescate. El 24 de enero siguió la formación sobre movimiento en montaña invernal, perfeccionando las técnicas y ampliando los conocimientos en rescate. El 3 de mayo, desarrollamos la formación en barrancos y perfeccionamos el resto de maniobras de rescate. El calendario en cuanto a las materias a tratar a lo largo del curso es muy ajustado por lo que, aunque lloviese, nevase o granizase había que realizar las actividades para poder completar la formación. Hasta en los momentos más difíciles uno recordaba el objetivo final por el cual estaba allí y no había frío ni tormenta que pudiese pararnos.
¿Estará alejado de Palencia? ¿Dónde va a prestar servicio?
Actualmente voy a estar comisionado en el GREIM de Boltaña (Huesca), el Puesto que me ha visto crecer desde que llegue lleno de ilusiones como alumno, por lo que se puede decir que vuelvo a casa. Aun así, la Montaña Palentina sigue siendo mi patio de recreo y, por el momento, seguiré viniendo a disfrutar de sus entornos hasta poder coger destino en la demarcación de la misma y desempeñar así mis funciones en la montaña que me ha visto crecer.
Preparado para situaciones de emergencia. ¿Miedo o respeto?
Miedo, para nada. Hay que tener respeto ante todo y actuar en consecuencia teniendo claras las ideas y la forma de intervenir. A lo largo de nuestra formación hemos aprendido a gestionar situaciones de estrés y a transmitir tranquilidad. Los conocimientos adquiridos aportan movilidad para poder llegar a cualquier parte donde se encuentre la persona que reclame nuestra ayuda.
¿El factor físico es esencial?
Todo especialista necesita constantemente estar en un buen nivel, tanto físico como mental, porque son muchas las modalidades deportivas que hay que tratar y no se puede flojear en ninguna. Hay que ser constante y perfeccionar cada una de ellas.
¿Y el psicológico?
Uno tiene que estar preparado para cualquier situación, es importante mantener la tranquilidad y tener las ideas claras.
¿Cómo se interioriza que se pone en riesgo su vida para salvar a otra?
Al fin y al cabo, la persona que requiere nuestro servicio es alguien que lo está pasando mal, cierto es que hay ocasiones en las que la vida de los especialistas, de los pilotos e incluso de los médicos que nos acompañan pueden estar en riego, pero la sensación de localizar a esa persona y que su cara se ilumine a nuestra llegada hace dar lo mejor de uno mismo.
¿Qué se siente al sonar la alarma y subir al helicóptero para dar respuesta a una llamada?
Cuando suena el teléfono para realizar un rescate lo primero que se siente es adrenalina, pero no hay que dejarse llevar por los nervios. Se debe mantener la calma para poder recabar los datos necesarios para poder cargar el equipo adecuado y realizar el rescate de la mejor forma posible.
¿Satisfacción de poder llegar donde nadie llega?
Nadie está privado de realizar ningún tipo de actividad, considero que con experiencia y una buena formación todas las actividades pueden realizarse con seguridad, al fin y al cabo, uno se pone sus propios límites. Por lo que a mí respecta, satisfecho es poco. Es todo un orgullo poder vestir este uniforme y ayudar a quien reclame nuestro auxilio, pero la formación solo ha comenzado y hay que seguir instruyéndose para poder crecer.
Imprudencias y negligencias. ¿La montaña da segundas oportunidades?
Pienso que lo que se produce es una mala planificación de la actividad a desarrollar, porque algunas de ellas requieren de un mayor nivel de conocimientos y técnicas de movilidad para efectuar las mismas con seguridad y uno tiene que ser consciente de cuál es su nivel. La montaña no da segundas oportunidades, aunque es un entorno muy gratificante con la formación adecuada.
La Montaña Palentina es un espacio habitual del GREIM. ¿Riqueza natural y peligrosa?
Es la que me ha visto crecer desde que empecé siendo un chavalín al que le gustaba correr y tenemos la suerte de poder contar con espacio tan bonito y con tantas posibilidades a la puerta de casa. Peligrosa…para nada. La Montaña Palentina tiene actividades adecuadas para todos los niveles, es decisión de cada uno realizar una buena planificación de la actividad que quiere desarrollar y valorar si dispone del nivel y de la formación adecuada para poder desempeñar la misma con seguridad.