Efemérides

El gran incendio del Alcázar de Segovia causado por una estufa que dejó a esta fortaleza en ruinas

Se cumplen 161 años de este devastador suceso del que tan sólo se salvó de la quema un cuadro de Carduccio y algunos libros lanzados por la ventana

Alcázar de Segovia.
Alcázar de Segovia.Gavillapixabay

"Se ha perdido la totalidad de las armaduras de madera: artesonados, alfarjías, pisos holladeros, estructuras de cubierta, carpinterías de huecos, habiendo quedado malparadas las yeserías y otros elementos pétreos. Se ha perdido también la totalidad del mobiliario".

Este fue el primer parte que se dio del gran incendio que asoló al alcázar de Segovia hace hoy 161 años. Ocurrió un 6 de marzo de 1862 y este espectacular castillo, uno de los símbolos de Segovia durante más de ocho siglos de historia, quedó en ruinas y reducido a cenizas en apenas dos horas. De hecho, tan sólo se salvó de la quema un cuadro de Carduccio que fue cortado y arrojado por una ventana al barranco al igual que algunos libros de la gran biblioteca que había en el castillo y que los cadetes lanzaron también por la ventana y que hoy en día se encuentran en la Biblioteca de la Academia de Artillería. algunos de los cuales todavía se encuentran ennegrecidos del humo del incendio.

Entre las causas, parece ser que fue una estufa que prendió en los artesonados de madera de la Sala del Cordón, despacho del Jefe de Estudios de la Academia en aquella época. El fuego extendió rápido por todo el edificio, manteniéndose vivo durante dos días. Fue casi el apocalipsis en la época ya que los restos de cenizas y fuego caían sobre las casas del barrio de San Marcos, situado a los pies del Alcázar, que albergaba el Real Colegio de Artillería desde el 16 de mayo de 1764.

Si bien, tras el incendio, los alumnos se trasladaron al Convento de San Francisco, en Segovia, donde se ubicaría definitivamente la Academia de Artillería.

La reconstrucción del Alcázar de Segovia no se inició hasta 20 años después de la mano de los arquitectos Joaquín de Odriozola y Antonio Bermejo y duró 14 años.

Para rememorar lo acontecido aquel funesto día, desde hace más de 20 años el Patronato del Alcázar realiza un simulacro de incendio con la inestimable colaboración del Cuerpo de Bomberos de Segovia.

Pero este no ha sido el único percance que ha sufrido esta fortaleza a lo largo de su historia. De hecho, el Alcázar de Segovia es una de las fortificaciones que han estado más expuestas a guerras y desastres varios que la pusieron en riegso.

El primero de estos sucesos se produjo durante la Guerra de los Comuneros a comienzos del siglo XVI. En esa época la Catedral Románica de Segovia se encontraba enfrentada al Alcázar. Los enfrentamientos llevaron a que los comuneros tomasen la catedral y los partidarios del rey se defendieran desde el Alcázar. Como resultado de la batalla, la antigua Catedral Románica de Segovia quedó totalmente destruida y el Alcázar gravemente dañado.

La reconstrucción tras esta guerra fue la que dotó por primera vez al Alcázar de sus característicos tejados más propios de castillos nórdicos que de fortificaciones castellanas, pero poco duró la alegría, ya que el 10 de julio de 1681 un incendio destruyó la cubierta de la Torre del Homenaje, la torre más alta del Alcázar.

Las zonas afectadas fueron restauradas por el arquitecto Joseph del Vallejo el año posterior.

Para rememorar lo acontecido aquel funesto día, desde hace más de 20 años el Patronato del Alcázar realiza un simulacro de incendio con la inestimable colaboración del Cuerpo de Bomberos de Segovia.

Simulacro de incendio en el Alcázar de Segovia
Simulacro de incendio en el Alcázar de Segovia@Nacho Valverde

Imponente fortificación

El origen del Alcázar de Segovia hay que buscarlo en la época de los antiguos celtas, que ya poblaron la colina donde hoy se encuentra el casco antiguo de Segovia. Con la llegada de los romanos, esta fortificación fue adaptada, aunque sería completamente abandonada entre los siglos IX y XI, junto al resto de la ciudad, con la invasión árabe.

Con prosperidad del siglo XII en la capital del Acueducto, se construyó el Alcázar sobre las ruinas de la antigua fortificación para convertirlo en el majestuoso edificio que encontramos a día de hoy en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores.