Cultura
Quedan cinco días para salvar dos monumentos históricos de Castilla y León
Dos pequeños pueblos apuran sus campañas de micro mecenazgo con el fin de reunir el dinero que necesitan para emprender sus restauraciones
El patrimonio es un polo de atracción turística y de desarrollo económico para la España Vaciada. Por este motivo, sus ciudadanos, en su empeño de luchar contra la despoblación no quieren perder ninguno de sus tesoros. Un ejemplo son los pocos vecinos de Torrescárcela y Villanueva de Gumiel, municipios de Valladolid y Burgos, respectivamente, están inmersos en una frenética actividad en estos últimos días veraniegos. A estos dos pequeños les ha unido un objetivo: recuperar su patrimonio artístico haciendo uso de una eficaz herramienta: las campañas de micro mecenazgo, que han emprendido en colaboración con la asociación Hispania Nostra.
Ambos pueblos suman poco más de 400 vecinos que sólo tienen cinco días más para reunir el dinero que necesitan para restaurar la ermita del Humilladero, en el caso de Torrescárcela, y el retablo mayor de la iglesia parroquial de San Mamés, en Villanueva de Gumiel.
Los vallisoletanos llevan algo de ventaja, porque han alcanzado del 80 por ciento de su objetivo: 8.014 de los 10.000 eurosque necesitan para emprender las obras.
En el caso de los vecinos de Villanueva de Gumiel, hasta el momento han logrado reunir algo más de 6.600 euros, lo que supone el 66 por ciento de su objetivo.
Por eso están apurando hasta el último momento para conseguirlo: “Este proyecto supone para nosotros la preservación de uno de los tesoros que posee el pueblo. Necesitamos una urgente restauración y tenemos unas ganas enormes de alcanzar el objetivo.”, aseguran. “Importa el interés, la voluntad, implicar a familiares, amigos, conocidos… para entre todos conseguir lo que pretendemos: restaurar el retablo mayor de nuestra iglesia parroquial, que no es otra cosa que patrimonio de Villanueva, en definitiva, patrimonio de todos, quienes podamos disfrutarlo en este momento y las generaciones futuras, que seguro se sentirán orgullosas del esfuerzo de sus antepasados”, explican los promotores. “Somos valientes, afrontamos este reto con ilusión, pequeños, claro que sí, estad seguros, no nos rendiremos con facilidad, lucharemos por conseguirlo. No esperaremos a que los demás nos resuelvan los problemas, seremos nosotros quienes cojamos el toro por los cuernos”, añaden.
En Torrescárcela los ánimos también son grandes. Este pequeño municipio de Valladolid, de unos 150 vecinos, tiene experiencia en recuperar su patrimonio histórico y artístico: en el año 2000, debajo del viejo y feo cascarón del lavadero, hecho con paredes de cisco, cerchas de hormigón, piletas de piedra artificial desvencijadas y tejado de uralita, medio caído y en ruina, seguía el lavadero, el viejo lavadero, el de piedra, el que llevaba varios siglos y que tantas coladas tenía en su haber. “Entonces logramos rescatar una parte de nuestra historia y de nuestro patrimonio”, rememoran ahora en el pueblo.
Por eso se han lanzado a su siguiente objetivo llenos de ilusión y esperanza: recuperar la ermita del Humilladero, un inmueble construido hacia el año 1712. La cubierta original, que era a cuatro aguas, se derrumbó, y como medida más inmediata se realizó una nueva a dos aguas con placas de fibrocemento. Ahora se pretende conservar y mantener el estado de la ermita para frenar su alto grado deterioro y volver a otorgarla valor.
“Con este proyecto pretendemos no solo restaurar nuestra ermita del Humilladero, sino honrar nuestras raíces, fortalecer los lazos con nuestra tierra, sentirnos partícipes de colaborar en cuidar nuestro patrimonio y proteger nuestra identidad”, afirma Luis Antonio Gómez Iglesias, alcalde de Torrescárcela. “Queremos buscar la participación (sin importar la cantidad aportada) para compartir este sentimiento de pertenencia”, agrega el regidor.
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