Coronavirus: la delincuencia se ceba en las farmacias en los días de confinamiento

A partir del fin de semana comprendido entre los días 13 y 15 de marzo, poco después del cierre de las escuelas, bares, restaurantes, discotecas, pequeños y grandes comercios y el cese de cualquier actividad cultural pública, pocos tipos de establecimiento se salvaron de la clausura de establecimientos por los efectos del coronavirus.

Se salvaron, y así sigue de momento, los bancos, los mercados, supermercados y tiendas de alimentación, las farmacias, los quioscos y los estancos, y muy poco más.

Ciudades enteras con estos pocos establecimientos abiertos, lo que podía ser un foco para la delincuencia. Los Mossos d’Esquadra ya recibieron quejas, y también las policías locales. Básicamente, de supermercados y farmacias, por un motivo bien simple. Cuentan con medidas de seguridad más o menos limitadas, y ademá se entiende que en estos días es dinero seguro para los posibles asaltantes.

Fuentes de los Mossos aseguran a LA RAZÓN que el principal objetivo de este nuevo tipo son las farmacias, especialmente vulnerables, pese a que en estas últimas semanas se ha aumentado la vigilancia. Una prueba importante de que la delincuencia se ceba en este tipo de establecimientos es que solo en la semana pasada hubo dos atracos violentos en Badalona, lo que despertó las alarmas. Los Mossos recuerdan que son la víctima más fácil con tan poco comercio abierto, y no se trataron de casos aislados.

Otra víctima potencial son los bancos. Los motivos son que hay poco personal trabajando, escasos clientes, menos de los habituales, y, sobre todo, una excusa perfecta para los posibles atracadores: llevar mascarillas que oculten su rostro.

Por otra parte, los Mossos también han detectado cierto tráfico de tráfico de droga -básicamente cannabis y marihuana- en los servicios de envío a domicilio.