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Una combinación de inmunoterapia y quimioterapia muestra eficacia contra el cáncer de páncreas por primera vez

Hospitales españoles participan en un estudio multicéntrico que registra resultados prometedores contra el cáncer de páncreas, para el que hay pocos tratamientos y cuya incidencia crece

La doctora Terasa Macarulla, oncóloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), ha participado de forma muy activa en este estudio que publica la revista Nature Medicine
La doctora Teresa Macarulla, oncóloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadoraprincipal del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Vall d’Hebron Instituto deOncología (VHIO), ha participado de forma muy activa en esteestudio que publica la revista Nature MedicineLa Razón

El cáncer de páncreas es el más traidor de todos los tumores porque crece silenciosamente y cuando avisa a la persona de que algo va mal, ya está en una fase avanzada. Vencerlo es difícil. La tasa de supervivencia a los cinco años es menor del 10%. Aunque su incidencia ha ido en aumento en los últimos años, pese a los esfuerzos dedicados a su investigación, existen pocos tratamientos activos para tratar a los enfermos. Eso explica por qué en 2018, España registró por primera vez más muertes por cáncer de páncreas que de mama, y por qué ya es la tercera causa más frecuente de muerte por tumor. Por eso es una gran noticia que por primera vez una combinación de inmunoterapia y quimioterapia se muestre eficaz en pacientes con cáncer de páncreas.

En medio del alud informativo de la COVID-19, que después de 73 días mantiene a los españoles en estado de alarma, la revista Nature Medicine ha publicado los resultados del estudio COMBAT que invitan a creer que la barrera de la inmunoterapia en el cáncer de páncreas puede ser superada a medio plazo. En los últimos años, la inmunoterapia está logrando grandes avances en el tratamiento del cáncer. Pero con los tumores de páncreas había conseguido poco éxito, hasta ahora. Este estudio multicéntrico, que dirige desde el Hospital de Nueva York, el doctor Manuel Hidalgo, y en el que han participado los hospitales Vall d’Hebron, La Paz, Fuenlabrada, el Gregorio Marañón y la Clínica Universitaria de Navarra, abre la puerta a nuevas dianas.

La doctora Teresa Macarulla, oncóloga del Hospital Vall d’Hebron e investigadora principal del GRupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), que dirige el doctor Josep Tabernero, ha participado de forma activa en este estudio. Constata que se han demostrado resultados prometedores tratando a pacientes con cáncer de páncreas avanzado con la combinación de inmunoterapia y quimioterapia.

Este ensayo se probó con pacientes que tenían un cáncer de páncreas avanzado que no habían respondido a la quimioterapia convencional. Los médicos tuvieron en cuenta que otros ensayos con inmunoterapia no habían sido eficaces para tratar a estos tumores. Así que se les ocurrió combinar dos estrategias, la inmunoterapia y la quimioterapia. “Muy resumidamente, la idea era cambiar la biología del tumor para tener un ambiente más favorable para responder a la inmunoterapia”, explica la doctora Macarulla.

Y para lograr este ambiente más favorable para que el sistema inmune actúe, se combinaron dos fármacos. El pembrolizumab se une a la proteína PD-1, que se encuentra en las células T y cuyo bloqueo ayuda al sistema inmunitaria a destruir a las células cancerosas. Y el BL-8040 es una antagonista de CXCR4 que promueve la infiltración de células T en el tumor. Estos dos fármacos combinados ya demostraban actividad contra el tumor. Pero cuando se añadió la quimioterapia, esta actividad se potenció y la supervivencia de los pacientes aumentó de 3,3 a 7,8 meses. “Estos datos sugieren que el bloqueo de CXCR4 y PD-1 puede ampliar el beneficio de la quimioterapia y justificar la confirmación en un ensayo posterior”, dice la dotora.

Este fármaco con nombre de matrícula, BL-8040, en enero, antes de que el coronavirus alterara la vida cotidiana de tres cuartas partes de la humanidad, logró la designación de medicamento huérfano de la Agencia Europea del Medicamento. Esta designación se da a aquellos medicamentos para los que existe una necesidad de alternativas terapéuticas.

“Aunque hay que ser cautos porque el estudio incluía un número modesto de pacientes, este es un resultado prometedor que nos permite por fin desarrollar la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer de páncreas”, afirma la doctora Macarulla. “Es importante seguir desarrollando nuevas alternativas de tratamiento, sobre todo teniendo en cuenta que la incidencia de este tumor no ha dejado de crecer mientras que no se han logrado desarrollar nuevos tratamientos eficaces”, cloncluye.