Salud

El doble de sospechas por covid y el doble de casos nuevos en sólo dos semanas

Cataluña atiende 28.000 personas sospechosas de covid la ultima semana, de los que 3.255 dan positivo. Adquiere 3 millones de test rápidos para acelerar el diagnóstico entre covid o resfriado

Un profesional sanitario realiza su trabajo en el Centro Atención Primaria (CAP) de Manso de Barcelona, este miércoles en que medio millón de test rápidos de antigénicos se comienzan a distribuir en Cataluña para acelerar y aumentar la detección de casos positivos de covid-19. El resultado de estas pruebas se obtiene un unos 15 minutos, a diferencia de los PCR que requieren un plazo de entre 24 y 48 horas para saber si el paciente es positivo.EFE/ Enric Fontcuberta
Un profesional sanitario realiza su trabajo en el Centro Atención Primaria (CAP) de Manso de Barcelona, este miércoles en que medio millón de test rápidos de antigénicos se comienzan a distribuir en Cataluña para acelerar y aumentar la detección de casos positivos de covid-19. El resultado de estas pruebas se obtiene un unos 15 minutos, a diferencia de los PCR que requieren un plazo de entre 24 y 48 horas para saber si el paciente es positivo.EFE/ Enric FontcubertaEnric FontcubertaAgencia EFE

Los test rápidos de antígenos se estrenaron, por fin, el pasado viernes en Cataluña. Y ya están disponibles en el 80% de los Centros de Atención Primaria (CAP). También en los hospitales y residencias geriátricas. Se han repartido 500.000 dispositivos del millón que había adquirido la Generalitat. Aunque tras comprobar su efectividad en los laboratorios de los hospitales de Bellvitge, Vall d’Hebron y Can Ruti, la consellera de Salut, Alba Vergés, ha confirmado que el gobierno catalán ha comprado dos millones de dosis más. Los profesionales sanitarios esperaban estos test como agua de mayo, sobre todo ahora que el otoño está aquí y hay más resfriados y personas con síntomas compatibles con la COVID-19. En la última semana, los CAP han atendido 28.000 personas sospechosas de tener el nuevo coronavirus, de las que 3.255 dieron positivo. Hace una semana, atendía a 22.000 y hace un mes a 13.000. Estos números ofrecen una idea de la presión “in crescendo” que sufre la atención primaria, que atiende el 80% de los casos covid. La última semana -del 11 al 17 de octubre-, se han reportado también el doble de positivos respecto a hace quince días: 17.672 nuevos casos.

Los test rápidos de antígenos detectan si una persona con síntomas tiene el nuevo coronavirus con una muestra nasofaringea en apenas 15-20 minutos, un poco más de lo que tarda un test de embarazo. Ayudan a liberar trabajo a los laboratorios que analizan las PCR, que ofrecen resultados a las 24 o 48 horas, y a los CAP. Hasta ahora, todas las personas sospechosas de tener el virus tenían una entrevista con el gestor covid para avanzar en la búsqueda de los contactos antes de tener la PCR. Con el nuevo test de antígenos, esperan en una sala el resultado y si es negativo, no es necesaria la entrevista con el gestor covid.

Además de rápidos, los test de antígenos que ha comprado la Generalitat, de los laboratorios Abbott, cuestan 4,5 euros la unidad, son más económicos que las PCR. Pero todas estas ventajas tienen sus contrapartidas. Son menos sensibles que una PCR, por eso sólo se utiliza con personas con sintomatología durante los primeros cinco días. A partir del sexto día, pierden fiabilidad.

Tal y como ha explicado el jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Vall d’Hebron, Tomás Pumarola, esto es porque a diferencia de las PCR, los test de antígenos detectan los positivos a partir de una proteína que está en la superficie del virus. Es menos sensible que una PCR porque no amplifica el material del virus y para detectarlo necesita gran cantidad de material vírico. De ahí que sólo funcione durante los primeros cinco días desde que la persona expresa síntomas. En este periodo, la sensibilidad es de un 94%.

Las PCR siguen siendo las pruebas más fiables porque detecta el ácido nucléico del virus en la nariz y la faringe. Con una muestra pequeña basta para identificar el virus, pero la desventaja es que necesita reactivos, personal especializado, un laboratorio y tiempo para notificar el resultado que son horas que se pierden en el rastreo de contactos.

El director general de investigación e innovación del departamento de Salut, Robert Fabregat, ha admitido que al inicio de la pandemia el sistema sólo era capaz de hacer entre 4.000 y 5.000 PCR diarias. “Faltaban escobillones y reactivos”, ha dicho. Ahora, los laboratorios del SISCAT tienen capacidad de hacer hasta 32.000 PCR diarias. De media, hacen unas 20.000, pero los últimos días están llegando al límite de su capacidad y analizan 32.000 muestras. Salut confían en los test antígenos para liberar a los laboratorios. En estos momentos el tanto por ciento de PCR positivos es de un 11%, un número disparado, igual que el resto de indicadores que señalan que la pandemia se está descontrolando. En las últimas 24 horas se han diagnosticado 4.024 nuevos infectados, se han notificado 31 muertes más, hay 57 nuevos hospitalizados y el riesgo de expansión del virus ha subido en 75 puntos y ha alcanzado un EPG de 541,4, muy por encima del máximo de la primera ola. La incidencia acumulada a 14 días supera ya los 400 casos por 100.000 habitantes

Además, tras tres días de ligeros descensos de la Rt (velocidad de reproducción), este indicador ha subido una décima y ha pasado del 1,28 de ayer a 1,38 hoy.

En estos momentos, hay 1.142 personas hospitalizadas, según la Generalitat, y 243 personas en cuidados intensivos.

Vergés y su equipo confían en que la curva de crecimiento de la epidemia en Cataluña se aplane a partir del viernes, cuando se empiecen a notar los efectos de las restricciones. Si no, no descarta quemar la última bala antes de volver a un confinamiento: el toque de queda.

Para detectar casos y cortar las cadenas de transmisión, a las pruebas PCR y los test de antígenos, se suma además una nueva tecnología, el “pooling”, se utiliza con las PCR y permite hacer análisis de más muestras en menos tiempo. Aun así, esta técnología se debe utilizar en zonas de baja prevalencia, donde los positivos no superan el 3%, como residencias sin el virus o en cribajes a profesionales sanitarios