Astrofísica
¿Vamos hacia un Big Crunch? La expansión del universo podría estar frenándose
Después del Big Bang, la explosión que provocó la expansión del universo, la velocidad se ralentiza y llega un escenario nuevo: el colapso del universo. ¿Ha empezado a ocurrir?
El Big Crunch es una teoría que postula el colapso final del universo: su expansión se detiene y se invierte, haciendo que toda la materia y el espacio se contraigan hasta volver a un único punto infinitamente denso, similar al estado inicial del Big Bang. Y el universo vuelve a empezar.
Esta hipótesis sugiere que la fuerza de la gravedad eventualmente ganaría a la fuerza de expansión, pero la investigación actual indica que la expansión del universo se está acelerando debido a la energía oscura, lo que hace que el Big Crunch sea menos probable que otros escenarios. O así lo entendíamos.
Durante casi tres décadas, el fundamento del cosmos ha sido claro: el universo se expande cada vez más rápido gracias a una fuerza misteriosa llamada energía oscura. Pero un nuevo estudio, publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, plantea que esa expansión acelerada podría ya estar cambiando de signo.
Los autores, liderados por Young‑Wook Lee, ajustaron mediciones de supernovas tipo Ia teniendo en cuenta un “sesgo de edad del progenitor”. El sesgo de edad se refiere a que las estrellas más masivas y brillantes tienen una vida mucho más corta que las menos masivas, porque queman su combustible nuclear rápidamente. Al corregir este sesgo, los datos ya no concuerdan con el modelo estándar de universo acelerado sino con uno en el que la expansión ha comenzado a decelerar.
¿Qué hallaron exactamente? Usaron una muestra amplia de supernovas tipo Ia junto a mediciones de oscilaciones acústicas de bariones (BAO) y del fondo cósmico de microondas (CMB). Al aplicar la corrección del sesgo de edad, el conjunto de datos favorece un valor de la tasa de desaceleración que ya sería positivo o cercano a cero: lo que implicaría que la expansión ya no está acelerando.
Esto abre la puerta a muchas dudas sobre que el modelo estándar describa con exactitud nuestro universo actual, pero la pregunta es si esto implica esto un Big Crunch. No necesariamente.
El nuevo estudio apunta a que la expansión podría seguir, pero ralentizándose. No hay una señal clara de colapso inminente, sin embargo, que la aceleración haya cesado cambia mucho el panorama. Si los datos se confirman, significaría que la energía oscura podría no ser constante, sino evolucionar con el tiempo. Esto abre la puerta a teorías más complejas que la simple “constante cosmológica”.
Desde 1998, la idea de un universo mayoritario impulsado por la energía oscura era dominante. Este nuevo hallazgo exige revisar qué fracciones de materia/energía dominan realmente hoy. Así, si la expansión sigue, pero más lentamente, el destino final será muy distinto al que muchos imaginaban. El universo se “estira” más lentamente, lo que podría cambiar predicciones sobre aislamiento galáctico, formación de estructuras y destino de los sistemas planetarios.
Todo ello abre la puerta a numerosas preguntas. La primera tiene que ver con la causa de esta desaceleración: ¿hay un cambio de fase en la materia oscura? Los autores señalan que en 5 años con el observatorio Vera C. Rubin Observatory se podrían detectar decenas de miles de nuevas supernovas.
La realidad es que el equipo de Lee ha abierto la puerta a una entrada a una “era de desaceleración cósmica”, una fase que no aparece en la mayoría de los libros de texto actuales. Si se confirma, la imagen del universo cambiará profundamente: en lugar de un despegue eterno hacia el vacío, tendremos un cosmos que comienza a aflojar su ritmo.