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Desarrollar el liderazgo y hacer crecer la empresa

La capacidad de influencia, las habilidades comunicativas, el entusiasmo o saber resolver conflictos es básico para un buen líder

Reunión de trabajadores en una oficina
Reunión de trabajadores en una oficinaZUCHETTIZUCHETTI

El liderazgo empresarial hace referencia a la capacidad que tienen los líderes de una empresa para influir en el resto del equipo a la hora de alcanzar objetivos estratégicos.

Algunas de las características que definen a un buen líder y que lo convierten en un referente para su equipo son la capacidad de influencia, las habilidades comunicativas, el entusiasmo, saber resolver conflictos, un nivel alto de compromiso, la escucha activa o la motivación, para ser capaz de mantenerse motivado y motivar a los demás, como señalan desde Interim Group.

Tipos de liderazgo

No todas las empresas son iguales, ni tampoco las personas que trabajan en ellas. Por este motivo, desde esta empresa de recursos humanos diferencian entre varios tipos de liderazgo empresarial.

El liderazgo de «laissez-faire» se da cuando el líder suele delegar tareas en los miembros de su equipo y, además, muestra total confianza en ellos y en su profesionalidad. La libertad que este liderazgo otorga a los empleados, se transforma en motivación y sentido de pertenencia respecto a la empresa.

En el liderazgo autocrático, el líder es el único que toma decisiones y organiza las dinámicas de trabajo. Se trata de un liderazgo unidireccional, en el que no hay lugar para la opinión de los empleados. La autocracia puede perjudicar al compromiso de los equipos, al sentirse infravalorados.

Según Infojobs, el liderazgo autocrático es el más común en las empresas españolas y el menos deseado por los trabajadores.

Existe también el liderazgo democrático y es aquel que toma en consideración las opiniones de los miembros del equipo. Promueve la participación y la implicación de todos por igual, aunque sea él quien tome la decisión final. El liderazgo democrático favorece la motivación, el compromiso y el bienestar laboral de los empleados, que se sienten parte fundamental del proyecto empresarial.

El liderazgo transaccional consiste en crear una relación entre el empleado y el líder basada en el reconocimiento (cuando el empleado realiza un buen trabajo) y el castigo (al no obtener los resultados esperados) El líder entiende esta «transacción» como una forma de motivación.

Por último, el liderazgo transformacional tiene como objetivo el desarrollo de los empleados. La llave que abre esta puerta es, sin duda, la comunicación bidireccional. Porque vincula el crecimiento empresarial con el crecimiento profesional del equipo, atendiendo a las necesidades individuales de cada uno de sus miembros.

Efectos en el rendimiento

Desde Interim Group recuerdan que tanto el buen como el mal liderazgo tendrán un efecto inmediato y visible en el rendimiento general de la empresa. Cuando el liderazgo es positivo y efectivo, la productividad, la motivación, la competitividad y los resultados, mejoran. Sin embargo, el liderazgo empresarial negativo y autoritario hará que los empleados se sientan frustrados y dispuestos a abandonar la compañía en busca de mejores condiciones laborales.

Por tanto, las empresas deben cuidar y formar a sus líderes, para que sean capaces de cuidar y retener a sus equipos. Porque, un clima laboral negativo, no solo perjudica la productividad y la obtención de beneficios, sino que también perjudica la imagen de marca de cara al exterior.

El liderazgo se trabaja y desarrolla a través de la formación. Y para ello, la mejor manera de hacerlo es recurriendo a sesiones de «coaching» para líderes.

Durante el proceso de «coaching empresarial» impartido por Interim Group se distinguen cuatro pasos fundamentales:

En primer lugar, la definición de objetivos en la que se realiza un análisis de la situación actual y se establecen los puntos de mejora y habilidades a trabajar mediante la formación. En segundo, el análisis del problema en el que el «coach» guía al líder para que llegue a descubrir, por sí mismo, qué problemas y debilidades dificultan su progreso como líder.

También, la búsqueda de soluciones y alternativas para establecer los puntos de mejora y las acciones a llevar a cabo. Y por último, la acción que es el momento de que el líder se comprometa a llevar a cabo esas medidas.

Desde Interim Group hacen hincapié en que las personas son el pilar sobre el cual se sostienen las empresas y por ello se debe elegir con cautela la mejor manera de liderarlas, guiarlas, y reconocer su valor.

¿En qué consiste el «coaching» empresarial?

El «coaching» empresarial se trata de una acción formativa enfocada al autoconocimiento y la autogestión. Dicho de otra forma, el «coaching» sirve para que los líderes descubran y tomen conciencia de cuáles son sus puntos fuertes y débiles. De este modo, podrán entender mejor cuál es su función y rol dentro de la empresa y cómo pueden mejorar su liderazgo. Pudiendo desarrollar nuevas habilidades y reforzar aquellas que ya poseen. Como la inteligencia emocional, la comunicación asertiva, la motivación y un largo etcétera.

Desde Interim Group, como consultora de recursos humanos experta en formación empresarial, recomiendan las sesiones de «coaching» como herramienta estratégica a la hora de potenciar y desarrollar el liderazgo de los mandos intermedios y jefes de equipo, mediante acciones que siempre deben ser creativas e innovadoras.