La presunta infanticida de Vilamarxant, tras degollar al bebé: "El niño está arriba"

El terrible suceso que marcó el pasado lunes al municipio de Vilamarxant, con el infanticidio que llevó a una madre a degollar a su hijo de once meses, ha arrojado nuevos datos sobre el suceso. Al parecer, tras el crimen, se lanzó desde la azotea del edificio para intentar quitarse la vida, y cuando fue atendida por los agentes, confesó diciendo "el niño está arriba", pero no les dijo que el bebé estaba muerto. Los investigadores creen que la joven, que sufría de depresión posparto y no era la primera vez que intentaba quitarse la vida, usó un cuchillo de cocina para matar al pequeño.

Según publica el diario Levante-EMV, la madre no les dijo dónde estaba el menor, que fue hallado finalmente en el trastero. En el camino, los agentes encontraron una manta manchada de sangre en la bañera, cuyo rastro finalmente les llevó hasta el ático de la finca, donde finalmente se encontraba el menor en un trastero.

Tras el asesinato, la joven intento quitarse la vida, algo que tampoco está claro porque no saltó al vació directamente sino que saltó a la terraza de otra finca desde donde saltó de pie tras cometer el crimen. Sufrió en la caída politraumatismos, fractura de pelvis y de tobillos. Será evaluada por un psiquiatra forense.

La Guardia Civil encontró una carta en la vivienda en la que la presunta parricida dejaba constancia de sus supuestas ideas paranoides y persecutorias. Apenas dos días antes de la tragedia, el matrimonio estuvo celebrando el primer cumpleaños de su hijo en su casa con unos amigos con total normalidad.