«Crepúsculo» ya tiene una hermosa heredera

Gatlin, en Carolina del Sur, podría pasar por uno de esos pueblecitos pequeños y apacibles, con vecinos que se conocen y se obsequian con tartas caseras, en los que rara vez sucede algo. Allí nunca pasa nada, o casi nunca, sería más correcto decir. «Hermosas criaturas» es un best-seller, primera entrega de una serie escrita por Kami García y Margaret Stohl, que ha alcanzado enorme popularidad en todo el mundo. Este drama romántico cuenta la historia de un joven de 17 años, Ethan Wate (a quien da vida Alden Ehrenreich), que verá su mundo convulsionado con la llegada de Lena Duchannes (Alice Englert), la nieta de Maconi Ravenwood (Jeremy Irons), el extraño dueño del castillo Ravenwood. Atraídos el uno por el otro, la chica al cumplir dieciséis años tendrá que elegir entre la luz o la oscuridad. «Me atrapó el guión desde que lo leí. Lo que fuimos capaces de hacer con este filme resulta increíble. Hemos creado personajes en tres dimensiones, impensable para mí en un primer momento. Además, no hubiéramos podido rodar sin sentido del humor», asegura Alice Englert, hija de la directora Jane Campion.

Consejos de madre

Ella la convenció para interpretar la protagonista femenino: «Siempre escucho sus consejos; ella consideraba que era importante para mí hacer esta cinta tanto por el reparto como por el guión. Y me dijo algo que tranquilizó las dudas que tuve en un principio: que no temiera las comparaciones con la saga ''Crepúsculo''», un tema que le incomoda cuando se le menciona. ¿Son odiosas las comparaciones? «Inevitables también. No tuve miedo cuando me ofrecieron el papel porque me hablaron de una historia similar a la de Romeo y Julieta; sin embargo, cuando leí el guión aprecié demasiados elementos en común con "Los juegos del hambre"», declara. La intérprete se confiesa insegura «como todo adolescente. Es una etapa complicada en la que te ves envuelto en mil dudas cada día. De joven tratas de romper las barreras que te rodean y necesitas tener lo más cerca posible a alguien que te haga sentir. Esta historia tiene mucho sentido para mí». Campion, pues, digamos que la convenció, pero fue el director, Richard LaGravenese (responsable de «Posdata: te quiero» y guionista de títulos tan diferentes como como «El rey pescador», «Los puentes de Madison» y «El hombre que susurraba a los caballos») quien no erró en la elección. «Si ellos han asegurado que les tocó la lotería, nosotros también fuimos agraciados con un premio gordo», comenta con una amplia sonrisa el realizador. Buscaban dos actores, con experiencia, pero sin una carrera larga. «Los necesitábamos muy jóvenes, convincentes, seguros, capaces de transmitir. Las pruebas nos llevaron directamente hacia Alden (Ehrenreich) y Alice (Englert)», a quienes define como «increíblemente inteligentes, maduros y, en contraposición con otros actores de su generación, nada preocupados por su imagen. Era lo que necesitábamos y ellos nos lo pusieron realmente al alcance de la mano». El productor, Erwin Stoff, comparte la opinión: «No fue nuestra intención elegir a desconocidos, simplemente dio la casualidad de que los mejores para esos papeles eran rostros nuevos. No nos hemos equivocado y estamos seguros de que van a dar juego».

Ethan Wate (a quien da vida Alden Ehrenreich) se encuentra cargado de responsabilidades tras el fallecimiento de su madre. También anhela escapar de su rutinaria existencia en Gatlin. Ehrenreich se siente identificado con él: «Casi todos los chicos de mi edad se conforman con la vida social de un instituto de pueblo, rutina en el fondo, pero mi personaje quiere algo más. Admiro mucho ese optimismo esperanzador de que hace gala. También me gustó que, aunque haya vivido mucho, siga estando lleno de humor. LaGravenese interviene en la conversación y le echa una flor: «Le encanta trabajar, disfruta, no pone pegas, aporta ideas, plantea las preguntas adecuadas y enriquece el trabajo, tanto el suyo como el del resto del equipo. He rodado con bastantes actores de carrera y no tiene nada que envidiarles. En ocasiones, me recordaba a alguno de ellos», comenta.

«Hermosas criaturas» contó con un presupuesto superior a los cincuenta millones de dólares, una cifra no demasiado elevada si tenemos en cuenta lo que encarece trabajar con efectos especiales. Así lo explica: «Tratamos de encontrar un equilibrio entre las partes rodadas mediante ordenador y las que se podía hacer de forma artesanal en el estudio, señala. Se confiesa «fascinado por las mitologías, y el mundo oculto en este pueblecito poseía una gran riqueza. Pero me resultaba aún más interesante la idea general del libro, esa historia iniciática que los autores supieron contar con suma destreza: cómo una chica debe descubrir quién es y, al mismo tiempo, también debe hacerlo ese chico que se atreve a brindarle su apoyo. Era una idea estupenda con la que jugar, porque todos nosotros tenemos que decidir quiénes somos, como individuos, con independencia de las circunstancias heredadas».

Sobre los autores del libro, el realizador explica que «Margaret y Kami nos dijeron que, mientras transmitiéramos el espíritu y la esencia del libro, se daban por satisfechas. Con las restricciones de tiempo propias de una película, sin duda había que reestructurar ciertos elementos y personajes, por lo que quedé encantado cuando dijeron que habíamos captado lo que más les interesaba, que era la historia de amor de los protagonistas».

Louisiana, protagonista

¿Influyó de manera especial la elección de Louisiana? «Por supuesto. El sur de Estados Unidos se convirtió en el lugar perfecto para que brotara la fantasía que encierra la historia, para ser capaces de hacer creer al público la magia del relato. Ese mundo sobrenatural estaba allí, lo teníamos al alcance de la mano en un paraje natural que ofrecía todas las posibilidades para que el trabajo saliera redondo», explica Emmy Rossum, que en el filme interpreta a Ridley Duchannes. A sus 26 años, es un auténtico camaleón en Hollywood: hace unas semanas estrenó su disco «A Sentimental Journey», que incluye temas clásicos desde los años 20 a los 60, un recorrido tan ambicioso como heterogéneo. «Nací y crecí en Manhattan. Soy neoyorquina de corazón y en mi trabajo muestro las diferentes culturas a las que he vivido expuesta».

El elenco del filme incluye a dos veteranos: Jeremy Irons (padre controlador donde los haya) y Emma Thompson, como la oscura bruja Sarafina. El protagonista de «Los Borgia» aparcó la serie de televisión hace unos meses para dedicarse en cuerpo y alma a este rodaje. «Pensé que había algo raro en Maconi, cierto enigma que me llamó la atención. El misterio siempre es interesante de representar. El guión no me ofrecía todas las claves, lo que me dejaba libertad total a la hora de moldear a ese padre protector y darle la forma que quisiera, dentro de un orden, claro está. El director me pidió que no leyera los libros, que no me dejara influir por lo que escuchara, que llegara al rodaje casi con los oídos tapados. ''Aíslate'', me sugirió, y así lo hice. Me vestí con la ropa que me dieron, pregunté lo justo y me inventé al personaje. No es la forma en la que yo suelo trabajar, pero el director manda», afirma Irons. El comparar el filme con la saga vampírica le resulta «odioso»: «No mezclemos, no comparemos, tampoco porque son proyectos diferentes. Por supuesto que existe un público, y grande, que quiere ir a ver la magia de Harry Potter y a los vampiros de esa saga. Por eso LaGravenese ha rodado este filme pero no encuentro ninguna similitud entre uno y otros».

Todo apunta a que la buena taquilla internacional que se espera hará surgir más de una secuela (cinco son los libros publicados que pueden dar lugar a otras tantas películas en los próximos años) y que estas «Hermosas criaturas» será la primera entrega de una serie que podría hacer temblar a los vampiros.