La novela sobre la cuarentena en Londres que fue rechazada por “irreal"
Hace apenas dos meses pensábamos que Occidente era intocable. Imagínense hace 15 años, cuando Peter May presentó una novela calcada a la actual realidad que no le compraron los editores por ser demasiado fantasiosa
¿Les parecería real un Londres confinado? Una ciudad en la que no hay nada abierto. Todos los comercios abandonados casi de la noche a la mañana. Los hospitales atestados. Repletos de personas que esperan horas a ser atendidos. Enfermos entre los que se encuentra hasta el mandamás por excelencia, su primer ministro. No hace falta que le llamen Boris, pueden ponerle cualquier otro nombre. Pues claro que lo visualizan. No hace falta abrir demasiado la mente para llegar hasta este escenario. Basta con pensar qué pasa en el mundo de hoy de puertas para fuera.
Aunque, no sé si se acuerdan, hubo un tiempo en el que esta situación no era más que alguna pesadilla pasajera. Nada importante. Ciencia ficción. Eso mismo fue lo que pensaron los editores de Peter May cuando, hace quince años, les presentó la historia dentro de una novela. Era un escenario “distópico e irreal”, dijeron. Nada que pudiera interesar al lector...
Pero la vida tiene estos giros de 180 grados que han permitido que, tal y como estamos a día de hoy, se haya publicado la obra (no sabemos si en el apartado de ficción o no ficción): “Es extraordinario. Uno esperaría que las circunstancias fueran mejores para su publicación, pero sinceramente yo me había dado por vencido de que alguna vez se fuera a publicar”, comentó el autor a la BBC.
May ha saltado a las librerías internacionales por sus “best-sellers” policíacos, también escritos en torno a 2005, pero con mayor suerte. “Otras novelas que escribí por esa época fueron publicadas posteriormente y tal vez, por eso, me olvidé completamente de este título”, inspirado en unos manuscritos de los gobiernos británico y estadounidense en los que desarrollan sus planes en caso de pandemia.
La había guardado tan al fondo del cajón que ni si acordaba de ella. No fue hasta que alguien en Twitter le pidió una trama centrada en el COVID-19: "Un momento, yo ya hice algo así”, recordó. No tardó en releerlo y enviarlo de nuevo al editor para que lo mandara de inmediato a la imprenta. “La respuesta entre los lectores ha sido abrumadora”, reconoce.