¿Qué pasaría en los museos españoles?: Atención preferente al «Guernica»
Una crecida del Manazanares es harto complicado que se produzca. E incluso en el caso de que se diera, el río madrileño están bastante alejado de la milla de oro del arte, en el Paseo de Recoletos. Sea como fuere, lo sucedido en el Louvre, con su evacuación de obras, se puede convertir en un ejemplo para las pinacotecas españolas. ¿Qué haría el Museo del Prado en un casi similar? Desde el centro que «ha desarrollado –dentro del Plan de Protección para Colecciones ante situaciones de emergencia– se analizan los protocolos necesarios para actuación en salas de colección permanente ante riesgos provocados por agua, fuego, explosiones y vandalismo, en doble vertiente con agentes químicos o físicos. Protocolos que deben ser igualmente aplicados en las salas de exposiciones temporales». Estamos ante uno de los museos más importantes del mundo y que alberga joyas únicas de la Historia del arte, lo que implica que conocen el tema de primera mano.
Cuentan, ante estas situaciones con «manuales de intervención dirigidos a distintos colectivos profesionales» y, además, se han impartido «cursos de formación y prácticas a los mismos, además de implantarse todas las medidas técnicas necesarias en puntos estratégicos de los distintos edificios que configuran el “campus” del Museo del Prado previéndose tanto la posibilidad de tener que proceder a evacuar obras hacia almacenes dentro del mismo edificio o, en casos de gravedad extrema, a otro edificio de los integrantes del “campus”». En el caso del Museo Reina Sofía, Jorge García, jefe de Conservación y Restauración y responsable del Plan de Emergencia del centro señala que existe uno actualizado que involucra a todo el museo y que está corrdinado con militares y bomberos.
No les pondrá en un aprieto la crecida del río, pero tiene muy en cuenta qure la calle Santa Isabel era un cauce natural. «Son situaciones muy complejas, fuera de la normalidad pero para las que hay que estar prevenidos y preparados en cualquier momento», asegura. Existe también un plan de apoyo entre diferentes museos que están próximos, como son los tres grandes centros del Paseo del Prado para actuar conjuntamente. «Lo primero es cuantificar la zona afectada y sus volúmenes, lo que es tarea de los bomberos». Un incendio es más dañino, advierte García, que el agua. Y en caso de que se produzca una emergencia, «primero se procedería a desalojar el museo y después de atendería al patrimonio, siempre dependiendo del nivel y de la superficie a la que afecte». Desde el museo han trabajado con grupos de bomberos de Ávila, Segovia y Cuenca, ciudades que han estudiado un plan de evacuaciones, y con la UME con el Plan Nacional del Instituto de Patrimonio Histórico Español. «Hemos asistido a simulacros pero no los hemos hecho en el museo». ¿Y qué obra estaría en la lista de preferencia? El «Guernica» estaría en el número 1, sería la primera obra a la que atenderían, aunque, subrayemos, que sin desatender al resto del patrimonio museístico.