«Ánima»: Amigos del alma

Dirección y guión: Laura Alvea, José Ortuño. Intérpretes: Clare Durant, Iván Pellicer, Ángela Molina, Luis Bermejo. Bélgica-España, 2018. Duración: 85 minutos. Terror.

Lo sabemos, aunque algunos piensen lo contrario: el género de terror resulta sumamente difícil por mucho que algunos se empeñen en banalizarlo. No era tampoco la idea de Alvea y Ortuño, aunque otra cosa sea el resultado. Álex, una chica con carácter que, sin embargo, se autolesiona en secreto, está muy unida a Abraham, un amigo de la infancia que sí parece tener problemas, sobre todo, tras la muerte de su padre. Entre descaradísimos, y luego pretextados, homenajes a clásicos como «Psicosis» o «La invasión de los ladrones de cuerpos», la extraña evolución de la protagonista, que más parece haberse pasado con los porros, y una difusa línea divisoria entre ficción y realidad (ese «todo vale» que termina siendo el guión) se desliza la película hasta la traca final mientras nos seguimos preguntando cómo esa trastornada ama de casa sabe hacer un sushi tan perfecto.

Lo sabemos, aunque algunos piensen lo contrario: el género de terror resulta sumamente difícil por mucho que algunos se empeñen en banalizarlo. No era tampoco la idea de Alvea y Ortuño, aunque otra cosa sea el resultado. Álex, una chica con carácter que, sin embargo, se autolesiona en secreto, está muy unida a Abraham, un amigo de la infancia que sí parece tener problemas, sobre todo, tras la muerte de su padre. Entre descaradísimos, y luego pretextados, homenajes a clásicos como «Psicosis» o «La invasión de los ladrones de cuerpos», la extraña evolución de la protagonista, que más parece haberse pasado con los porros, y una difusa línea divisoria entre ficción y realidad (ese «todo vale» que termina siendo el guión) se desliza la película hasta la traca final mientras nos seguimos preguntando cómo esa trastornada ama de casa sabe hacer un sushi tan perfecto.

Volver a encontrarnos con la maravillosa Ángela Molina aunque sea en un papelito como éste

Los directores conocen el género y lo respetan, pero al final la cinta acaba siendo un «todo vale» confuso