«Wonder Woman», una heroína de corazón

Gal Gadot da vida al personaje creado por William Moulton Marston en 1941, que, después de su breve aparición en «Superman vs Batman», cuenta con película propia.

Esta israelí de 32 años era la candidata más adecuada para interpretar a Wonder Woman: es guapa, alta, esbelta y cuenta con la experiencia de haber estado en el servicio militar israelí durante dos años. Pocas actrices pueden presumir de esta formación en su currículum. De sus años en servicio en el ejército, Gal Gadot afirma que aprendió a respetar a los demás y, sobre todo, a mantener una férrea disciplina en su vida. Rodó parte de la película estando embarazada y sufriendo, además, un frío polar. Pero la actriz lo tenía claro: este era su papel y debía comprometerse con él y dar lo mejor de sí misma. Ni las bajas temperadutas ni tampoco las largas jornadas de trabajo la desanimaron. El filme está dirigido por Patty Jenkins («Monster») por lo que la presencia femenina en esta cinta es bastante importante. La heroína pertenece a la nómina de personajes de DC Comics –el personaje fue creado por William Moulton Marston, del que se va a hacer un «biopic»–, al igual que Batman y Superman. Wonder Woman es la fundadora de la Liga de la Justicia y su verdadero nombre es Diana, princesa de Themiscyra y su origen está en el Amazonas. La producción se estrenó el pasado 2 de junio en EE.UU. Hasta ahora ha recaudado 103 millones de dólares y se ha convertido en la película dirigida por una mujer con más recaudación de la historia.

–Que todo el mundo la conocía. Siempre la admiré a pesar de que no seguía los cómics por aquel entonces.

–Estoy muy agradecida de que la gente respondiera con tanta gratitud a esas escenas . Cuando empecé a rodar la película, mi objetivo era conseguir que mi personaje resultara creíble. Cuando te empeñas sólo en complacer al público pierdes un poco el norte y también el enfoque que necesita tu personaje. Siempre debes tener presente que nunca se puede complacer a todo el mundo. Para mí, lo más importante a la hora de interpretar a un personaje es ser fiel a mi idea de cómo interpretarlo. Es precisamente eso lo que hice en «Batman vs Superman».

–Para mí, el hecho de que me ofrecieran participar en un filme sobre esta heroína ya ha sido suficiente regalo. Obviamente, conlleva una gran responsabilidad porque nunca había tenido un papel parecido. De vez en cuando, me sentía como una niña mirando el Everest e intentando encontrar la manera de escalarlo. Reconozco que estaba nerviosa pero a la vez tenía la sensación de que todo saldría bien. Funcionó bien ante situaciones de estrés. A ésto hay que sumar que he tenido la suerte de trabajar con un grupo de grandes profesionales que han dado lo mejor.

–Que el entrenamiento era constante, sin ninguna pausa. No se trataba únicamente ir al gimnasio. Tenías que montar a caballo durante horas y después practicar artes marciales durante tres horas más. Todo esto seis días por semana. Ha sido un entrenamiento muy intenso, no te engaño (risas). Y duró más de dos meses. Tengo que confesar que, al final, mi cuerpo estaba acostumbrado y le cogí el gustillo aunque el comienzo fue duro.

–La intención fue encontrar el tono emocional adecuado para cada parte de la cinta. Patty Jenkins se preocupó mucho por este aspecto. Le importaba que la acción tuviera emoción y sentimiento. La acción siempre está provocada por la reacción a una emoción: estrés, nerviosismo, excitación... Patty hizo muy buen trabajo en este punto.

–Quiero muchísimo a ambos. Obviamente con Patty he pasado más tiempo. Nueve meses durante doce horas cada día. Con Zack,la experiencia ha sido increíble pero en sus filmes soy solo un personaje más, no la protagonista. Considero que Zack tiene un estilo cinematográfico disfruta elegante. Patty apuesta más por las emociones, convertir cada escena en un pequeño espacio emocional. Él es más visual.

–Sobre todo sentido del humor. Conectamos muy bien y lo cierto es que nos reímos bastante durante el rodaje, algo a valorar.

–Increíble. Me encanta Londres, donde estaban gran parte de las localizaciones del filme y que, de hecho, es una de mis ciudades favoritas pero el tiempo era horrible porque hacía muchísimo frío. Así que te puedes imaginar lo maravilloso que fue trasladarse a Italia con el calorcito. Lucía el sol todo el día, lo que me hacía muy feliz. Allí grabamos las escenas donde éramos alrededor de cien mujeres montando a caballo.

–Van a disfrutar de ella. Después haberla visto montada te puedo decir –y te advierto que soy muy crítica conmigo misma– que la película es fantástica. Creo que toda la sangre, el sudor y las lágrimas que hemos puesto en ella ha merecido la pena.