José Luis Vega: «Este congreso quiere celebrar la energía creativa del idioma»
Es uno de los máximos exponentes de nuestro idioma en el continente americano a través de sus poemas y cargos como el de director de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.
Es uno de los máximos exponentes de nuestro idioma en el continente americano a través de sus poemas y cargos como el de director de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.
Acaba de publicar el libro de poesía «Música de fondo» en la editorial Pre-Textos, en la que hace dos años ofreció el celebrado «El arpa olvidada (Guía para la lectura de la poesía)». Se trata de José Luis Vega (Puerto Rico, 1948), director de la Academia Puertorriqueña de la Lengua y en el pasado profesor y decano de la Facultad de Humanidades en la Universidad de Puerto Rico y director del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
–¿Qué significa para las instituciones puertorriqueñas este acontecimiento de cara a la difusión de su cultura o compromiso con la lengua española?
–Es una oportunidad para afirmar el carácter hispanoamericano y caribeño de Puerto Rico y combatir la invisibilidad cultural, la desinformación y los estereotipos que suelen acompañar los destinos de los países pequeños y periféricos como el nuestro.
–El Congreso se desarrollará bajo el lema «Lengua española y creatividad».
–Quiere celebrar la energía creativa del idioma. El motivo central es un homenaje a la poesía como máxima expresión de la creatividad de la palabra manifestada en cuatro grandes poetas: Rubén Darío, el centenario de cuya muerte se cumple en 1916, Pedro Salinas y Juan Ramón Jiménez, quienes vivieron parte de su exilio en Puerto Rico, y Luis Palés Matos, un extraordinario poeta puertorriqueño que aún no recibe el reconocimiento mundial que merece.
–Una de las sesiones se titula «Tradición y creatividad: Las lecciones cervantinas». ¿De qué manera «El Quijote» estará presente estos días?
–Desde la primera sesión en la que el Nobel francés Jean-Marie Le Clézio dictará una conferencia seguida por una mesa redonda constituida por expertos cervantinos. Por otro lado, se hará la presentación de la obra «Los autógrafos de Miguel de Cervantes». Es curioso porque el estudio de éstos revele que Cervantes no usaba la coma, ni el punto y coma, ni los dos puntos..., ni el acento, ni las diéresis, etc. Estos asuntillos menores los dejaba a cargo del impresor.
–En España se ha criticado cierta indolencia a la hora de homenajear los 400 años de la muerte de Cervantes, en contraste con el Reino Unido y Shakespeare.
–Estoy al tanto de esta polémica, sólo de oídas. Creo que una cosa son las expresiones oficiales y otra la vida que una obra o un autor puedan tener en el imaginación de un país. Creo que Cervantes y «El Quijote» son consustanciales a la experiencia española, corrijo, a la experiencia de la lengua española tanto en España como en Puerto Rico, Colombia o México. Tratar de determinar quién monta más, si Shakespeare en el Reino Unido o Cervantes en España, me parece algo inconsecuente.
–¿Cómo ve la salud del español en Puerto Rico el mundo dada la presencia del inglés?
–Después de más de un siglo de colonialismo estadounidense en Puerto Rico, que implicó, en las primeras cuatro décadas del siglo XX, esfuerzos de las autoridades coloniales para imponer la lengua inglesa a través de las escuelas, el pueblo puertorriqueño continúa hablando y creando en español. Este hecho es admirable si se tiene en cuenta que los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, que viajan a ese país con facilidad y que el inglés es una asignatura obligatoria. El español de Puerto Rico sigue manifestándose firmemente como una modalidad del español antillano hablado por 25 millones de personas en Cuba, República Dominica y en nuestro país. La lengua española es el signo más fuerte de la identidad nacional puertorriqueña.
–El Congreso reúne no solo a escritores, sino a científicos.
–Es un recordatorio de que el español anda rezagado como vehículo de comunicación en el campo científico. El inglés es la «lengua franca» de la ciencia internacional. No obstante, la presencia de Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, y de otros escritores investigadores, dan cuenta de los avances al respecto en español. La creatividad de una lengua no se agota en sus poetas y artistas; también el pensamiento científico es creativo.