Poesía

La luz de Lezama

La luz de Lezama
La luz de Lezamalarazon

Son muchos los poetas latinoamericanos (Octavio Paz, Pablo Neruda, quizá Borges) que concibieron su obra como un sistema en sí mismo, pero ninguno lo hizo con la vigorosidad y la envergadura de José Lezama Lima, autor de una obra inmensa que incluye ensayo y narrativa además de poesía y que ofrece una cosmovisión única del mundo y de lo poético. Una visión que se nutre de fuentes tan variadas como la poesía de Góngora y Quevedo, de la mitología griega y precolombina, de conceptos cristianos como gracia, caridad y resurrección, y que tiene su razón de ser en la imagen poética, en la metáfora, en la poesía pensada como un misterio insondable que habita más allá de toda palabra.

Compilada por César López (que se encargó también del posfacio y de las notas) y editada de manera preciosa por Sexto Piso, la «Poesía completa» de Lezama Lima (que abarca la obra que el cubano publicó en libros, desde su debut en 1957 con «La muerte de Narciso» hasta el póstumo, que salió en 1977, un año después de fallecer, «Fragmentos a su imán», más algunos que aparecieron en otros medios y formatos) es una invitación y una oportunidad para entrar en esa cosmovisión del autor: un viaje en continuo y perpetuo movimiento por los laberintos de la lengua para hallar, en los confines de la palabra, la imagen inmóvil, potente, donde aguarda la poesía.

«La primera palabra en la poesía, en el poeta, en el poema, es anterior a la palabra misma y se origina consecuentemente en otro tiempo», señala César López en el posfacio como un modo de resumir la compleja y absorbente obrade este autor. Compleja porque su lectura exige atención y reposo. Y absorbente porque, detrás de su lirismo, de sus metáforas, de la oscuridad que se fragmenta en el entresijo de los versos, se esconde una poesía luminosa, que intenta ocupar, en un espacio real, un tiempo diferente.