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Un Fray Luis para humanizarnos a todos

Emilio Gutiérrez Caba hace doblete en Almagro con la dirección de «La cueva de Salamanca» y el estreno de los poemas «menos religiosos» de Fray Luis de León, a los que pone voz.
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Emilio Gutiérrez Caba hace doblete en Almagro con la dirección de «La cueva de Salamanca» y el estreno de los poemas «menos religiosos» de Fray Luis de León, a los que pone voz.
No es Emilio Gutiérrez Caba (Valladolid, 1942) un hombre al que la derrota de la Selección en Rusia le haya dejado sin cenar o provocado un excesivo dolor. Es más, le aterra comprobar a raíz de ello en qué nos hemos convertido: «Estaba el otro día en la parte de detrás del Teatro de la Comedia cuando marcó un gol España y me alarmé ante la reacción desmesurada de la gente. Se besaban y abrazaban, saltaban, corrían... Veías a los chavales con caras de bestias. Es tremendo porque se trata de un reflejo de la sociedad en la que vivimos», se sorprende. Dice haber conocido otro fútbol. Ése en el que el graderío no conocía «ni barreras, ni fosos, ni guardias» porque no eran necesarios. Tampoco existían disfraces: «Ahora la gente lleva unas tonterías en la cabeza que cuando eres joven está muy bien, pero ya con mi edad... Ponerse una camiseta de Cristiano teniendo barriga es ridículo», afirma.
–¿Y le da más miedo eso o ver la luz del móvil en medio del patio de butacas?
–Igual. Y esto último es muy frecuente. Hasta las señoras se llevan la tableta a la primera fila para trabajar. Eso es un desprecio absoluto. Es como la película de Buñuel e irte a comer al váter. Rompe todo el encanto.
–¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
–Porque hay una especie de reconducción social hacia unas miras que no son la cultura. Si se pusiera el mismo énfasis que en las cuestiones deportivas otro gallo cantaría. Hemos perdido humanidad.
Nada de bravuconadas
Y es que para Caba, como para Manrique, cualquier tiempo pasado fue mejor. «Ya no me dejan ni ponerme bravo. Cuando era joven, la gente decía lo que pensaba y era la cosa más normal. Nos quejábamos en televisión y no pasaba nada. Hoy, el simple hecho de plantear un cambio ya te convierte en un ser conflictivo. Término que, lamentablemente, está orquestado por una sociedad temerosa –continúa el actor– . Y no sé ni a qué se le tiene pánico, cuando solo debería asustarnos la muerte. No se pueden comer ni lechugas, ni endivias, ni... ni respirar. ¡Déjenme tranquilo!».
Hablar de la actualidad con Emilio Gutiérrez Caba es poco menos que caldear el ambiente. No le cite «lo políticamente correcto» porque responderá que «se han pasado los límites» de la compostura; ni de la universidad, «tan desconectada de la cultura», resopla. Para combatir todo ello, pone voz a «Fray Luis de León» hoy y mañana en el Festival de Almagro –donde también presenta «La cueva de Salamanca» que ya ha dirigido en la ciudad castellana y en Madrid–. Ignacio García, director de la cita, le hizo el encargo para «acercar la poesía lírica a la dramática», explica de una política que define como «una hermosa idea de reunir a esos maestros de la palabra y la acción».
Fue Fray Luis un «hombre rebelde, observador, agudo, sensible e imprescindible para conocer qué milagro ocurrió en las letras españolas durante los siglos XVI y XVII», en palabras de Caba. Pero no va a apostar por el hombre religioso, sino por los poemas «que se alejen más de ese ambiente, aquellos en los que se amplía la visión del mundo barroco y de lo que sentía este hombre sobre las cosas y las personas. Me parece un poeta tan importante que vale la pena ir a verlo», invita. «Porque está claro que hay un abismo entre el Siglo de Oro y el XXI –continúa–, pero que existan poemas de amor de entonces que tienen la misma carga de pasión que la de un rapero de hoy es bonito».