Una leyenda del tenis carga contra el colectivo LGTB

Nadie ha ganado más Grandes en el circuito femenino que la australiana Margaret Court. Entre la década de los sesenta y el arranque de los setenta del siglo pasado, Court ganó 24 Grand Slams, uno más de los que suma Serena Williams. Desde su retirada se ha convertido en una defensora de las posturas más reaccionarias en su país y ha criticado en numerosas ocasiones los matrimonios del mismo sexto y los derechos de gays, lesbianas y transexuales.

A menos de un mes para el arranque del Abierto de Australia y en plena cuenta atrás para la ATP Cup, que se celebrará en Brisbane, Perth y Sydney, Court ha vuelto a la carga. «Nadie debería poder cambiar su sexo porque Dios nos hizo así. Si dejamos que además de hacerlo puedan competir en deportes profesionales, generarán un gran perjuicio a la sociedad. Me pongo triste cuando veo a jóvenes que toman hormonas y deciden cambiar de sexo sin la reflexión suficiente», ha afirmado Court. La australiana ya criticó en su momentó a otra leyenda de la WTA como Martina Navratilova a quien definió como «un mal ejemplo dentro de un circuito que está lleno de lesbianas». Court esta vez ha ido más lejos: «Todos aquellos que alzan la voz contra mi forma de entender de vida odian a Dios. Desgraciadamente, el diablo se hace presente en la prensa, la política, la educación y la televisión, pretendiendo controlar a todo el país e imponer su forma de entender la vida. Quieren controlarnos a todos y cuando ruge una voz disonante como la mía se encargan de desprestigiarme».