
Educación
Jordi Segués: “Si tu hijo saca 3 en historia y 10 en matemáticas, ponle un profesor particular de matemáticas”
Este formador cuestionó la formación actual: "Es la receta perfecta para tener una generación buena en nada y mediocre en todo"

No hay nada tan importante para la mayoría de los padres como la educación de sus hijos. Intentan ayudar a sus hijos a desarrollar todas sus habilidades, tanto emocionales como cognitivas. En los últimos años se ha comenzado a dar más importante a la inteligencia emocional, tradicionalmente olvidada y que permitirá a los niños comprender y gestionar sus emociones, establecer relaciones saludables y afrontar los desafíos con resiliencia.
Sin embargo, no se deben abandonar el interés de las habilidades cognitivas, que se desarrollan principalmente en el colegio. Cuando alguna asignatura se le complica especialmente a un niño, se suele optar por reforzar esa formación con clases particulares en horario extraescolar. Sin embargo, Jordi Segués, consultor y formador en marketing, ventas, redes sociales y negocios, ha lanzado una afirmación completamente opuesta: "Si tu hijo saca 3 en historia y 10 en matemáticas, lo que debes hacer es ponerle un profesor particular de matemáticas, no de historia".
¿Por qué se debe reforzar esta parte de la educación?
Tradicionalmente se hace al revés, reforzando la parte que más cuesta al estudiante. Sin embargo, este formador es contundente: "La mayoría de padres están equivocados con esto". Explica el motivo de su afirmación: "Tu hijo tiene potencial para las matemáticas, si sacó esa nota solo, imagina si potencias eso que le apasiona y que naturalmente se le da bien". Por tanto, su idea es reforzar las fortalezas en vez de paliar las debilidades.
"La mayoría de padres se obsesionan en que, en lugar de potenciar su área de genialidad, prefieren que también saque buena nota en historia", explica. Afirma que es un error: "¿Qué más da la historia? Si no le gusta y, si algo no te gusta, no se te queda". Recalca su postura: "No sirve para nada, no lo haces bien".
Todo a su tiempo
Jordi Segués insiste en que no hay que presionar a los hijos: "Cuando le apetezca, cuando sea grande, ya buscará información de la Segunda Guerra Mundial, no pasa nada". El aprendizaje en ciertos aspectos tiene que nacer de uno mismo para ser verdaderamente efectivo. Pide no alertarse porque el estudiante deje algo más apartado: "Cuando le interese, ya lo hará. No te preocupes". Explica la consecuencia del comportamiento y la idea actual de los padres: "Es la receta perfecta para tener una generación buena en nada y mediocre en todo".
¿Estoy educando bien a mi hijo?
Antonio Porcelli, psicólogo y docente, ha compartido su visión acerca de los comportamientos que determinan si un niño está bien educado o no, centrándose en su capacidad para tolerar la frustración basándose en seis señales que muestran una buena educación. Son las siguientes:
- Un niño bien educado es un niño que sabe esperar
- Perseverancia frente a los desafíos
- Acepta que no todo es como él quiere
- Tiene buena capacidad para manejar la derrota
- El respeto por las reglas
- Respeta las jerarquías y se siente bien sin estar en la situación donde mande todo
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