El entrenador defiende al capitán: «Es una figura extraordinaria de la que deberíamos estar orgullosos».

Vicente del Bosque (Salamanca, 1950) mantiene la calma en la victoria y en la derrota, huye del protagonismo y prefiere el nosotros al yo. Un tipo raro el seleccionador en estos tiempos de egos desmedidos en el fútbol y fuera. Un señor que ha ganado todo, pero delante de sus afirmaciones siempre pone un «creo», consciente de que nadie está en posesión de la verdad. Un ejemplo al que es obligatorio escuchar.

–¿Haber ganado dos Eurocopas y un Mundial hace que en el entorno de la Selección se mire a los rivales con cierto desprecio?

–Si se hace, es una mala práctica, un mal pensamiento y creo que se aleja de lo que debe ser un deportista, y más en estos tiempos de tanta igualdad en el fútbol. Es imposible que ahora se gane con facilidad. La mejor mentalización es estar preocupado.

–¿Ha pasado ya la tormenta del Mundial?

–Creo que ha habido las reacciones lógicas a fallar en el Mundial, ha habido críticas, pero también ha habido mucha comprensión y mucha generosidad de la gente, que ha entendido lo que es el deporte y lo que es el fútbol.

–Quizá no estábamos preparados para perder.

–Para perder no se prepara nadie, pero hay que saber que en el deporte se puede perder. A mí me gusta resaltar los cuatro días que pasamos después de Chile. Podía haberse convertido en un cruce de acusaciones mutuas de unos y de otros y, sin embargo, hubo una convivencia fantástica. Como terapia nos vino bien. Y eso que habíamos fallado, pero de ahí a considerar que hubo un comportamiento miserable o ridículo o fue un desastre, como dijeron algunos... Es deporte y hacemos muy mal para la gente, que piensa que sólo se puede ganar.

–¿Cuánto tardó en decidir que quería seguir siendo seleccionador?

–Lo que no quería era ir en contra de todo el mundo. No quería seguir por seguir. Estábamos bien, ya vamos para siete años, y son casi 100 partidos. Pesa más en la báscula lo que se ha hecho bien que lo que se ha hecho mal.

–¿Hubiera sido más cómodo e incluso más egoísta marcharse?

–Pues no lo sé. Igual que cuando llegamos todo el mundo dijo que era el peor momento para llegar porque parece que era mejor llegar después de una derrota, ahora sabíamos que en algún momento íbamos a perder.

–¿Se ha arrepentido en algún momento de continuar durante estos meses?

–No, porque hemos tenido el apoyo de todo el mundo y hemos recibido mucha simpatía de la gente. ¿Que hay alguna contestación? Pues es lo normal en todos los órdenes de la vida.

–¿España perdió algo más que el Mundial en Brasil?

–No, no, no. Yo creo que no. Perdimos el Mundial, pero a nivel de grupo fue todo fantástico, a pesar de que algunos digan que hay jugadores que no tienen compromiso. Mentira, compromiso máximo y el problema lo tenemos cuando les decimos que no vienen. Están todos deseando venir.

–Al que sí perdió España es a Xavi, que marcaba el estilo de la Selección. ¿Sin él la Selección necesita una nueva personalidad?

–A Xavi hay que reconocerlo siempre y tendrá la estima de todo el mundo. Pero no creo que tengamos que separarnos mucho de lo que hemos hecho hasta ahora. La gente que viene nueva está orientada de la misma manera, percibe el fútbol de manera muy parecida a lo que hemos sido hasta ahora.

–¿Iniesta es menos decisivo ahora que Neymar, Messi y Luis Suárez le obligan a jugar más lejos del área?

–Yo creo si le hubiéramos preguntado hace años hubiera dicho que donde más le gusta jugar es donde está ahora. Ha jugado en sitios distintos porque los entrenadores se lo hemos pedido. Pero su mejor sitio, seguramente, sea donde está jugando en este momento.

–Durante muchos años ha sido prácticamente un extremo. ¿Se puede decir que es menos visible pero igual de importante?

–Ahí podía hacer mucho daño con ese regate que tiene cerca del área, pero él hubiera preferido ser centrocampista y en el sitio en el que está jugando ahora.

–¿Qué espera de Isco?

–Mucho. Es un jugador de los que se han incorporado y esa generación de Koke, Isco, Morata, Bartra... tendrá peso. Están en una edad todavía de ayudar a que se vayan acoplando y vayan ganando peso en el equipo con toda normalidad.

–¿Está preparado Morata para ser el delantero de la Selección?

–Está jugando en un club de primer nivel, la Juventus, y no es fácil jugar ahí. Ha tenido altibajos, ha habido partidos que parecía que estaba un poco pasivo, pero ahora parece que ha vuelto, de lo cual nos alegramos. Tiene buenas condiciones físicas, buena técnica, yo creo que le adornan muchas condiciones que nos deben servir. Es un jugador para muchos años en la Selección.

–¿Le ha sorprendido que rinda tan bien en un equipo tan exigente como la Juve?

–Es que hay mucho mito sobre eso, de que los clubes italianos son defensivos, yo no me lo creo, no creo que sea así. Y está rodeado de buenos jugadores. No creo que defiendan muy atrás, son cosas que no se ajustan a la realidad.

–Diego Costa se ha vuelto a marchar lesionado. ¿Va a ser capaz de quitarse de encima las dudas?

–En la anterior convocatoria que hicimos, que no pudo venir, fue Toni [Grande] el que habló con él. Le dijo: «No me olvidéis, contad conmigo». Eso nos demuestra que quiere venir a la Selección, lo que es una garantía de que va a esforzarse y va a poner al servicio de la Selección lo mejor que tiene.

–¿Pasó ya lo peor para Casillas?

–Está jugando con su equipo normalmente, lleva 160 partidos con nosotros y lo menos que se le tiene que tener es respeto. Ni privilegios de ningún tipo ni nada, pero sí respeto a una figura extraordinaria del fútbol de la que deberíamos estar todos orgullosos. No es que sea una leyenda y tenga que jugar, sino que mientras no demuestre que está muy mal, ¿por qué no va a venir? 160 partidos, ¡si es que eso es la leche! Impensable hace unos años.