Moscú

Alessandra triunfaen el infierno

Logró un histórico quinto puesto en una maratón durísima por el calor que ganó la keniana Kiplagat

Alessandra Aguilar llega a la meta en quinta posición
Alessandra Aguilar llega a la meta en quinta posiciónlarazon

Para eso corre Alessandra Aguilar, para momentos como el que vivió ayer, cuando entró quinta en la maratón del Mundial de Atletismo, el mejor puesto en la historia de una española en esta prueba salvaje, se puso de rodillas y amagó con llorar entre el alivio por haber llegado a la meta y la alegría por el resultado. Después del sufrimiento, la entrada al Luzhniki fue pura gloria. «Al entrar en el estadio me he dicho: estos 300 metros son para ti, disfrútalos», reconoció la atleta. «Toda mi carrera profesional y todo el esfuerzo ha dado su fruto», explicaba horas después de una competición en la que no fue la única mujer en hacer historia, ya que la keniana Edna Kiplagat se convirtió en la primera capaz de revalidar el título mundial en esta prueba y la italiana Straneo, plata, dio una muestra de pundonor liderando la carrera desde el primer momento y cediendo sólo en los últimos kilómetros. El bronce fue para la japonesa Fukushi.

La maratón es una de las disciplinas en las que acabar es ya un triunfo. Es brutal, inhumano, y en Moscú se multiplicaron los problemas por el negocio. Los 42 kilómetros y 195 metros se suelen disputar temprano, pero ayer la prueba empezó a las 14:00 porque la televisión japonesa quería emitirla en horario de máxima audiencia. Se corría en la capital de Rusia, la cuna del frío, pero en verano hace calor y también humedad. «Ha sido la carrera de campeonato más dura que he disputado», reconocía Alessandra. «¡Pero nosotros hemos preparado la prueba en Madrid, donde también hace bastante calor!», opina su técnico, Antonio Serrano. Alessandra es de Lugo, donde la niebla y las nubes tienen más protagonismo que el sol a lo largo del año, pero se entrena en Madrid. Y lo hace tan duro que incluso su pareja se compró una bicicleta para acompañarla en los rodajes y aún así le cuesta seguirla, como cuenta Juan Carlos Higuero en la web «running.es». Serrano quiso convertir lo negativo en positivo. «Lo más importante ha sido la preparación mental, le decía a Aless que está en un buen momento y que podría estar muy adelante. A ella le va bien el calor y, ya puestos, yo quería condiciones extremas, donde puede haber más posibilidades de hacer algo importante», explica el preparador.

Fuerza mental tuvo Alessandra para no ceder en los kilómetros finales después de una carrera inteligentísima, de menos a más, de cierto conservadurismo al principio para ir remontando y recogiendo cuerpos extenuados. Para recuperar posiciones mientras adelante se formaba el grupo principal, formado por Straneo, siempre primera y que ni miraba atrás, Kiplagat, la etíope Melkamu y Fukushi, que fue la primera en ceder. Detrás, Alessandra subía: undécima, décima... hasta llegar al sexto puesto. Delante, sobre el kilómetro 30, se quedaba Melkamu, acalambrada perdida.

Delante, Kiplagat dejó su compañía y se marchó a por el oro. Detrás, Alessandra lo pasaba mal en unas calles casi sin público y sin sombras para evitar el calor. «Al 38 llegué un poco tocada y en el 39 hubo un momento en que pensé que no llegaba a meta porque el sol me iba haciendo mella», aseguró. Pero entonces vinieron a su mente las palabras de motivación de su entrenador y cogió una botella de agua que la revivió para poder disfrutar ya dentro del estadio. «Todavía no me lo creo», dijo. Pues es verdad. Y uno de los premios será un pastel gigante de chocolate de esos que tanto le gustan.