Deportes
Alexandra Barbançon: «Los caballos hablan, hay que saber escucharlos»
Bolero y Silvermoon Machine son sus animales. La sintonía con ellos es la clave en «un deporte de dos»
Bolero y Silvermoon Machine son sus animales. La sintonía con ellos es la clave en «un deporte de dos»
Probó con el tenis, el patinaje sobre hielo, el baile... «Pero siempre volvía a los caballos», dice Alexandra Barbançon. «Amo los animales y mis padres fueron jinetes, así que creo que iba en mis genes», continúa. A los 6 años comenzó a dar clases y a los 18 (ahora tiene 20) ya competía en la élite. Era la más joven del circuito europeo y en una de sus primeras pruebas ya demostró de lo que es capaz. «Sólo buscábamos ganar experiencia, Pero de repente vimos que estaba cuarta delante de buenísimos jinetes. Fue muy emocionante e inesperado. Normalmente los jinetes de doma necesitan un tiempo para adaptarse y que una chica joven como yo obtuviese ese resultado sólo podía ser un sueño. Estuve muy orgullosa de mi caballo Don Lorean, realmente él dio su ciento por ciento», recuerda Alexandra. Porque la hípica es un deporte de dos. «La doma clásica (la disciplina en la que compite) no es individual, se practica con un animal de 500 kilos con inteligencia. Nuestro deporte nos fuerza a ser humildes, tener ética de trabajo, mente y paciencia», asegura la amazona, que en la actualidad tiene dos caballos compitiendo. Uno es Bolero y la otra, su yegua joven, Silvermoon Machine. «Los caballos tienen personalidades distintas y una de las mejores maneras de entenderlos es escuchándolos. La gente dice que los caballos no hablan, pero yo pienso que sí lo hacen, de forma diferente. Es un factor importante estar tiempo con ellos y entender qué es lo que necesitan», narra Alexandra.
El entrenamiento que cuenta, por tanto, es el de los dos. «Los domingos, cuando tengo los horarios de la universidad (estudia primero de “business, management y economics”) me organizo, y los caballos también tienen un plan. Si tenemos concurso, hacemos 3 o 4 días a la semana de trabajo intensivo con nuestro entrenador y luego van al “aqua trainer” (una máquina de agua para fortalecerles y muscularles y variar su entrenamiento). El resto de días van a hacer otras actividades como ir al bosque, y un día a la semana salen varias veces, pero sin montarse, para pasear. Después de cada concurso tienen unos días de tranquilidad para que disfruten y estén tranquilos... Es muy importante tener al caballo motivado, ya que sin él no hay jinete», afirma Alexandra, de padre francés y madre española y que reside en Suiza. «Mi madre ha querido que tuviésemos un fuerte vínculo con nuestras raíces españolas y siempre hemos defendido su bandera», desvela. Lo hacen tanto ella como su hermana Morgan, tres años mayor. «Creo que lo que las Becas Podium están haciendo es fantástico. Es muy gratificante y satisfactorio saber que no sólo representas a tu país, sino que él también te ayuda a ello y eso es motivante», reconoce Alexandra, agradecida de pertenecer a lo que llama «familia». Juan Matute es el otro jinete de Podium.
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