Fórmula 1
Alonso persigue un imposible
Su McLaren, pese al cambio de Honda por Renault, sigue lejos de los favoritos. Sainz buscará acercarse a los mejores. Mercedes sigue mandando, aunque Ferrari y Red Bull están más cerca
Su McLaren, pese al cambio de Honda por Renault, sigue lejos de los favoritos. Sainz buscará acercarse a los mejores. Mercedes sigue mandando, aunque Ferrari y Red Bull están más cerca.
Albert Park acoge el arranque de la más apasionante temporada de F-1 en los últimos años, dentro y fuera del asfalto. El dominio de Mercedes empieza a menguar, Ferrari sigue ahí y Red Bull parece haber recuperado sus famosas alas para volar hacia los primeros puestos. Lejos de los circuitos los contratos de los mejores pilotos deben empezar a negociarse ya porque expiran en los próximos meses o en 2019, como sucede con Hamilton y Vettel. Además está la pugna económica que libran los equipos con los nuevos propietarios de la F-1, Liberty Media, que promete capítulos muy tensos, sobre todo después de la velada amenaza de abandono hecha por Ferrari. La escudería italiana tiene una especie de derecho a veto de algunas decisiones y cobra mucho más que los demás por el hecho de llamarse Ferrari y no sólo por sus resultados. Bernie Ecclestone ya no gobierna la F-1 y los americanos piensan incluso que pueden hacer este campeonato sin la escudería más conocida.
Todos contra Hamilton
Desde que la categoría reina implantara la era híbrida Mercedes ha ganado todos los títulos con Hamilton y Rosberg. 2018 apunta a que habrá más igualdad porque el vigente campeón no contará con la ayuda de su compañero Bottas, que parece dispuesto a pelear hasta donde pueda por la corona. También en Red Bull habrá guerra civil entre Ricciardo y Verstappen. Los dirigentes del equipo no ocultan sus preferencias hacia su pupilo holandés más joven. Eso no pasa en Ferrari, un lugar donde todo se hace para que Vettel se proclame campeón y donde el segundo piloto, Kimi Raikkonen, está al servicio del alemán.
Restricción de motores
La F-1 se caracterizará por una norma que limita el uso de los motores: sólo tres por temporada, es decir, un motor por cada siete Grandes Premios y eso sólo beneficia a Mercedes y Ferrari, porque Renault y Honda no están en condiciones de asegurar prestaciones y fiabilidad a esos niveles. Es más, es posible que ya hayan contemplado la posibilidad de «apretar» más las unidades de potencia, obtener mejor rendimiento y aceptar la posibilidad de ser sancionados en parrilla de salida por tener que usar un cuarto bloque. Será el precio a pagar para conseguir buenos resultados en escuderías que no optan al título, y este es el caso de equipos como HASS, Renault, McLaren y Toro Rosso con el Honda, que parece haber logrado la fiabilidad deseada, aunque todavía está lejos de lograr sus objetivos de velocidad.
Fichajes dudosos
El año también será recordado por la introducción del HALO, un arco de seguridad que cubre la cabeza de los pilotos y que, probablemente, sea la norma que más «daño» ha hecho a la estética de los monoplazas. Y está por ver que su eficacia sea la que afirman los responsables de la Federación Internacional. Y hablando de la FIA, equipos como McLaren, Red Bull y Mercedes han mostrado su disconformidad con la fuga de algunos de sus miembros a escuderías como Renault y Ferrari. Los italianos han fichado al hasta ahora director de seguridad de la FIA, Laurent Mekies, un responsable que por su cargo conocía algunos secretos de muchos equipos que previamente consultan con la Federación la legalidad de algunas de sus innovaciones. Un caso parecido es el de Renault y Marcin Budkowski, que hasta hace unos meses era uno de los técnicos más avezados de la Federación y, por tanto, estaba al corriente de muchas futuras soluciones de las escuderías. Se suponen que estas personas deben permanecer fuera de la F-1 durante un tiempo y no pueden incorporarse a sus nuevos equipos hasta que pasen al menos seis meses. En la práctica resulta imposible de controlar.
A dos bandas
La temporada será la primera en la que McLaren cambió Honda por Renault, aunque estos movimientos no pueden ocultar que la escudería inglesa ya no es lo que era porque les faltan presupuesto, ideas, ingenieros y la esencia que les convirtió en el segundo mejor equipo del mundo por detrás de Ferrari. Este año luchará por ser el cuarto mejor equipo, pero detrás (o delante) tendrá a la versión «B» de Ferrari, HASS, a Renault y puede que a Toro Rosso. Además, Alonso compatibilizará la F-1 con el Mundial de Resistencia con Toyota. Viendo el rendimiento del McLaren tiene claro que lo hará sabiendo que no peleará por el título de la F-1.
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