Alonso, un héroe en Daytona

El piloto asturiano realizó una exhibición de talento, velocidad, trabajo y valor para imponerse en las 24 Horas de Daytona.

Los aficionados norteamericanos que todavía no conocían a Fernando Alonso comprobaron ayer las razones por las que el asturiano está considerado como uno de los mejores pilotos del mundo. Su actuación a lo largo de sus tres relevos en las 24 Horas de Daytona sólo puede calificarse de memorable, porque las condiciones en las que estaba la pista eran infernales. Era la segunda vez que Alonso competía en esta prueba, pero en 2019 lo hacía ya en la categoría DPi, la de los favoritos y terminó ganando.

En su primer relevo cogió el coche en octava plaza y fue capaz de llevarlo al primer puesto; en el segundo lo tomó en la tercera posición y de nuevo lo dejó en el liderato; y en el último lo cogió segundo y tuvo la sangre fría de escalar hasta el primer lugar en unas condiciones tremendas donde cualquier error podía costar un fuerte accidente. La diferencia de rendimiento entre Alonso y el resto quedó patente cuando la pista estaba en las peores condiciones posibles. Sin embargo, ya no era cuestión de simple talento, sino también de valor, de jugarse el «tipo» en cada curva, en cada frenada y en cada paso por la zona oval del circuito rodando a 300 kilómetros por hora bajo un intenso aguacero. La capacidad de adaptación de Alonso al coche fue inmediata y muy pronto estuvo por encima de sus compañeros, uno de ellos Kamui Kobayashi, que le acompaña en el mundial de Resistencia con Toyota, aunque lo hace en el otro coche que la marca nipona tiene en el campeonato.

Jugarse la vida

La prueba estuvo repleta de incidentes, salidas de pista, neutralizaciones, suspensiones temporales y eso requería un importante ejercicio de concentración. El más fuerte en este sentido fue el piloto español, que lideró a su equipo sin apenas descanso ni tiempo para la relajación. En todo momento tuvo una radio a su alcance y no perdió la oportunidad de seguir todo lo relacionado con la estrategia para salir a pista conociendo todos los detalles. Fue el piloto que arregló la situación siempre porque sus compañeros nunca tuvieron su ritmo ni su rendimiento. En la parte final, después de casi siete horas al volante, Alonso luchó con Felipe Nars, que también llevaba un Cadillac, aunque perteneciera a otro equipo. La pista estaba en las peores condiciones, los charcos eran enormes y mantenerse en pista era un ejercicio de equilibrio increíble. Y fue ahí cuando Alonso demostró su talento porque Nars cometió un error de conducción en el peor momento posible, fruto de la presión ejercida por el piloto de Cadillac.

Cuando tomó el liderato se distanció de sus rivales y fue cuando la dirección de carrera decidió parar la competición debido al fuerte temporal. Fue entonces cuando los coches pararon y después de una hora y media de espera los comisarios dieron por finalizada la prueba, lo que significaba el triunfo de Alonso y sus compañeros (Kobayashi, Van der Zande y Taylor). De esta forma se convierte en el único piloto que ha ganado en Mónaco en la F-1, en las 24 horas de Le Mans y ahora en las 24 horas de Daytona. Obtendrá la famosa triple corona si en el mes de mayo vence en las 500 Millas de Indianápolis. Como empiezan a decir muchos en Estados Unidos: «Alo-cinante».

Alonso tiene unos días para descansar y ya se especula con su presencia en la pretemporada de F-1 con McLaren para ofrecer su opinión del nuevo monoplaza británico.