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Tiro Olímpico

Andrés García, subcampeón del mundo de foso olímpico: "Con 13 años ya disparaba, todo depende de la educación"

Tras ganarlo todo como júnior, ya es subcampeón del mundo senior en foso olímpico. Comenzó siguiendo a su padre en las fiestas de los pueblos, donde vuelve cada vez que puede: "Y me ganan y dicen: 'He ganado al campeón del mundo'"

Andrés García, subcampeón del mundo de Foso Olímpico ISSF

Andrés García (Aliaguilla, 21 años) se proclamó en Atenas subcampeón del mundo de foso olímpico. Era el único chaval entre cuarentones. Su ascenso ha sido meteórico, desde que comenzó siguiendo a su padre a disparar en las fiestas de los pueblos. Destacó en júnior y pronto lo hizo también en senior. De ello, de lo que supone disparar una escopeta con 13 años, de su deporte e incluso de cómo influye la inflación en él habla en esta entrevista.

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Han pasado unas semanas desde que quedó segundo en el Mundial, ¿lo ha digerido ya?

Sí, sí. Mirándolo con perspectiva, estoy más contento que en el momento de la final, la verdad, si te soy sincero.

Allí no da tiempo casi ni a saborearlo...

No, claro, porque como estás ahí en el calor de la final. Perder el oro... O sea, que no es perder un oro, es ganar una plata, pero en el momento, no sé, yo es que tengo un carácter muy ganador, entonces no me fui del todo satisfecho. Pero luego, lo que hablamos, cuando pasa un poco el tiempo pues ves lo que has hecho y superorgulloso.

Salta de júnior a sénior y empieza a ganar. No es lo habitual...

Sí, claro, no es lo normal. Lo normal es que la gente que está arriba ahora en sénior sea bastante longeva. En la final se vio, que yo era el único chaval allí metido. El salto claro que se nota, de competir con los juniors a hacerlo con los seniors cambia bastante. Con los juniors te puedes permitir algunos fallos más y con los seniors ese par de ceros más o un cero más que metas ya no te lo permite. Hay como más tensión.

Siempre habla de la concentración como clave.

Sí, para mí es de las cosas más importantes en este deporte.

¿Tiene algún tipo de rutina, no sé, hace yoga o meditación?

No, trabajo mucho con psicólogos deportivos. Casi todas las semanas tenemos sesión y hacemos ejercicios de concentración. Bueno, aparte de muchas más cosas. Pero en lo que más nos enfocamos ahora es en eso. Y luego dentro de las competiciones, pues ya dependiendo de lo nervioso que estés en el momento, pues haces un ejercicio de respiración o te centras en otra cosa. Normalmente solemos llevar un ritual antes de cada serie. Cada deportista es un mundo, ¿sabes?

Lo del ritual, ¿en plan Nadal, con lo de tocarse el pelo, el pantalón...?

Sí, sí, sí. Exacto. Todos los deportistas tenemos nuestras manías. Las de Nadal son más conocidas por quién es él.

¿Quiere contar alguna de las suyas?

No, a ver, yo la verdad, afortunadamente, no soy muy maniático. Antes lo era más, bastante más. Lo que pasa es que con el tiempo te das cuenta de que al final son cosas que si en una competición no las haces y ya te condicionan, cuantas menos manías tengas, mejor. Poco a poco me las voy quitando.

La concentración sobre todo cuando hacen el cambio de un puesto a otro es tremenda...

En un segundo que se te vaya la concentración y pienses en otra cosa, si tienes la mala suerte de que te pille con la escopeta antes de pedir el plato, es cero, o sea, casi seguro.

¿Y va pensando algo ahí?

Sí, yo por ejemplo llevo los platos por cuenta, los que me han salido ya. En nuestro deporte te salen 25 platos de cada puesto. Hay cinco puestos, pues de cada puesto te salen dos izquierdos, dos derechos y un central. Entonces, si tú los memorizas y los llevas ya por cuenta, al final de la serie te ayuda un poco. No tienen un patrón fijo, pero si ya has tirado 10 platos del puesto 1 y, por ejemplo, te han salido los dos izquierdos, ya sabes que del puesto 1 te quedan central y los dos derechos. Entonces, como que vas un poco: “El izquierdo ya me lo he quitado. Ya no tengo que estar pendiente de ese plato”. Pensar en eso me ayuda también a estar concentrado y a no pensar en otras cosas .

He leído que le inspiran Marc Márquez y Alcaraz.

La verdad es que me gustan mucho los dos, tanto Márquez como Alcaraz, porque, bueno, son chavales jóvenes también y que han logrado cosas extraordinarias. Me he visto todos los documentales que hay de ellos y me encantan. Son referentes, claramente.

¿Y con Alberto Fernández [campeón olímpico] se lleva bien?

Con Alberto me llevo muy bien. Todos los del equipo nos llevamos muy bien. Al final pasamos mucho tiempo juntos.

¿Cómo fueron sus comienzos?

Por mi padre y por mi hermano en las fiestas de los pueblos que hacían lo que llaman los trillos, tiradas para la gente del pueblo y alrededores. Yo empecé ahí porque iba acompañando a mi padre, me empezó a picar el gusanillo y con 13 o 14 años empecé a disparar, a dar los primeros pasos.

¿Qué recuerdos tiene?

A mí me gusta mucho. En los veranos que puedo, algún agosto que no tengo competiciones ni nada, me intento ir a algunas, a disfrutar. Al final es un ambiente más de fiesta, más de pasárselo bien que de competir.

"En los veranos que puedo, me acerco a las fiestas de los pueblos. Me hace gracia que cuando me ganan, dicen: 'He ganado al campeón del mundo'"

Abusará ahí...

No tiene mucho que ver, eh, también te digo. Lo único que tiene que ver es que salen platos y disparas con la escopeta porque lo demás es completamente diferente. Hay gente que me gana, no me escondo, a veces flojeo un poco. Lo mío es el foso olímpico. También me gusta ver a la gente de los pueblos que dice: “Le he ganado el campeón del mundo, no sé qué”, ja, ja, ja.

¿Cómo es coger un arma con 13 o 14 años?

Depende de la educación que te den, eso es así. En mi caso, por ejemplo, mi padre y mi hermano son cazadores de siempre y yo, antes de tirar el plato, ya me iba con mi padre a cazar. Entonces las armas siempre, desde muy pequeño, las he tenido muy presentes y no las he visto como algo que me diera miedo. Las tenía como un objeto más. Ya te digo, cuando cumplí 13, 14 años, me saqué el permiso de armas y empecé a disparar. Si es que el arma es como, yo qué sé, una parte más de nosotros, no la tenemos tan estigmatizada como otra gente.

Explique por qué llevan gafas de colores.

Tenemos varios tonos de colores, varias gamas. Cuando hace mucho sol, normalmente nos solemos poner unos cristales oscuros para que no nos deslumbre tanto la luz y tengamos el ojo más abierto. Y luego, aparte, el color influye. A mí, por ejemplo, me gusta mucho un color rojo, tonos rojos, porque te realza mucho el color del plato, que es naranja. Y cuando no hay tanto sol, pues nos solemos poner cristales más claros. Yo uso un rosa muy clarito por eso, porque te aviva más los colores cuando hay poca luz y te ayuda a ver mejor el plato.

"Tengo una pequeña marca, pues eso, ya el callo, aquí entre la axila y el hombro, de tanto tirar"

¿Hace trabajo específico en el hombro, por el retroceso?

Pues no, a ver... También es verdad que tiramos con cartuchos de poco gramaje, tiramos con 24 gramos, y por ejemplo para cazar se usan más de 36, 34 gramos, que son cartuchos que tienen mucho más retroceso. Luego, aparte, esto es como todo, cuanto más tiras, al final tu cuerpo ya se adapta a ese pequeño golpe o rozadura, y haces callo.

Como al tenista, que le sale en el pulgar, de coger la raqueta.

Claro, claro, pues esto es igual. Tengo una pequeña marca, pues eso, ya el callo, aquí entre la axila y el hombro, de tanto tirar.

¿Cuánto y qué entrena aparte de con la escopeta?

Lo que es entrenamiento puro y duro, sí que es verdad que depende mucho de la fase de la temporada en la que estemos, porque no es lo mismo cuando estamos acabando temporada que cuando empezamos. Pero lo normal, en mi caso, son 3-4 días a la semana, estar en el campo de tiro disparando. Ahí metemos un volumen de 100-125 platos, lo que cada uno necesite. Y luego también hacemos el entrenamiento físico en el gimnasio: el tren superior y un poco el tren inferior, aunque no tanto. Para fortalecer un poco la zona de los hombros, que sufre mucho cuando tiramos.

Está estudiando también.

Estoy acabando los estudios de piloto comercial de aviones.

"Entre este mes y el que viene acabaré los estudios para ser piloto comercial"

¿Y de dónde te viene ahí el gusto ?

¿Por volar? Pues de mi padre también, si es que me ha inculcado casi todo, ja, ja, ja. Mi padre volaba, bueno, recreativamente. A mí de pequeño me gustaban muchísimo los aviones. Cuando acabé bachillerato, empecé a estudiar para ingeniero espacial, pero vi que no me gustaba aquello, era mucho cálculo y pocos aviones. Lo abandoné y me tiré a la piscina, que sea lo que sea, y me metí a estudiar piloto comercial. Entre este mes y el que viene acabaré.

¿Y es muy complicado?

Sí, es denso, son muchas cosas, pero es como todo: si te gusta, de verdad, y te apasiona, no es costoso. Hay que echarle muchas horas, pero las echas a gusto.

¿Podría empezar a pilotar ya?

Sí, sí, claro. Yo ya soy piloto privado, puedo llevar avionetas desde hace un año. Y estoy acabando lo que es el comercial ya para volar aviones más grandes.

Por cierto, ¿era bueno su padre tirando?

Mi padre en los pueblos era muy bueno. Lo que te he comentado de los trillos, cuando era joven era muy bueno. Aquí en el foso olímpico, lo que tiró yo, ya se la atraganta más, pero en los trillos eran muy bueno, sí.

Y siempre, claro, supongo que le habrá apoyado en todo.

Sí, sí, siempre. Siempre tenía un apoyo incondicional.

Con el segundo puesto en el Mundial también mejorará su beca.

Sí, y siempre viene bien. Mi deporte es muy caro de practicar y de unos años para acá también sobre todo el precio de la munición ha subido mucho, lo que son los platos para entrenar han subido, entonces que te ayuden económicamente te permite seguir entrenando. Es que es básico.

"Un cajón de 250 cartuchos ya te vale 100 euros. Y 250 cartuchos nosotros los tiramos en dos entrenamientos"

A un atleta, por ejemplo, las zapatillas le duran meses, pero usted gasta platos casi a diario...

Y cartuchos, es que es así, aquí en España un cajón de 250 cartuchos ya te vale 100 euros. Y 250 cartuchos nosotros los tiramos en dos entrenamientos. Es bastante caro. Entonces claro, las pocas ayudas que nos pueden dar vienen genial.

¿Cómo es el camino a los Juegos de Los Ángeles 2028?

Empieza el año que viene, que hay ya las primeras plazas en juego. Este año no había ninguna, era un poco un año más pues de probar cosas, cambios, el que quisiera descansar lo hacía... El que viene ya empezamos a fuego porque ya están las primeras plazas en juego.

Será una motivación extra.

Sí, sí, la verdad es que Los Ángeles a mí por lo menos me llama mucho la atención. Estados Unidos me encanta, siempre ha sido un sitio al que me gustaría ir y tirar.