Fútbol
Así es Robert Moreno: con 13 años ya quería ser entrenador y va a llevar a España a la Eurocopa 2020
A veces la vida se trata de estar en el lugar correcto el día adecuado, pero la suerte no es lo único ni lo principal que define al nuevo seleccionador español. «¿Quién es Robert Moreno?», se preguntan muchos aficionados. «Un estudioso del fútbol», responden los que han trabajado con él. «Un apasionado», aseguran desde la Fundación Damm, un club de cantera, de los mejores de Cataluña, en el que estuvo un tiempo. «Él trabajaba de lo suyo y aquí estaba haciendo un hobby, mal pagado, porque el fútbol base está mal pagado, pero él iba a más... propuso cambiar la estructura del club, modernizarlo», recuerdan desde la Damm. «A veces un ex jugador, por el simple hecho de serlo, te piensas que está a un nivel superior, pero hablas con él de fútbol y te parece un cazurro. Robert es al revés, cuando hablas con el piensas: “Este tío la toca”», insisten en la entidad por la que han pasado futbolistas como Gerard Moreno o Aleix Vidal. La transformación que había propuesto Robert no se pudo hacer en ese momento, pero sí unos años después.
Parte de la pasión de Robert viene de su padre, Tiburcio, que tuvo que ir de Pilas (Sevilla) a Cataluña para trabajar. «Él me aficionó, siempre había visto pelotas en casa», afirma Robert en una entrevista a la RFEF. Fue futbolista entre otros equipos en la Florida, en Hospitalet, club del que su padre llegó a ser presidente. «Cuando me federé vi que no tenía nivel y eso me ayudó a querer ser entrenador porque pensé que si hubiera tenido alguno de más nivel hubiera sido mejor futbolista», admite Moreno, que también practicó la natación, pero al final se decantó por el balón. Y aquí es donde entra el punto de fortuna que todos debemos tener. «Con 16 años ya me quería sacar el carnet de entrenador», desvela Moreno. Era demasiado joven y tuvo que retrasarlo un tiempo. Durante el curso conoció al periodista Lluís Lainz. «Con 13 o 14 años ya le decía a su padre que quería ser entrenador», explica Lainz, que fue contratado por el Barça en 1996 en principio para montar un departamento de scouting. Después, Van Gaal lo quiso en su equipo técnico. «Decidí que tenía que conocer el lenguaje del entrenador», explica Lluís. Y en el curso para sacárselo hizo amistad con Robert Moreno. Incluso dirigieron juntos a un equipo, Lainz como primero y Robert como segundo. El ahora preparador nacional fue el más joven de Cataluña en sacarse el título en ese momento, aunque tres meses después le quitaron ese simbólico récord. Lainz siguió en el Barcelona y en 2008 buscó un ayudante y pensó en Moreno. «Habló con Txiki Begiristain [secretario técnico] y le pareció un tío cojonudo. Estaba todo acordado», rememora el periodista. Pero no se pudo concretar porque hubo un lío en el club por la moción de censura a Joan Laporta. Al acabar la temporada, Pep Guardiola subió al primer equipo y Luis Enrique pasó a ser el entrenador del B. Volvieron a contactar con Robert para hacer el scouting del filial. «Luis Enrique me llamó, hablamos 25 minutos y me dijo que no necesitaba conocerme en persona», cuenta Moreno.
En ese momento, el ahora técnico de España trabajaba en La Caixa. Entre que se sacó el título de entrenador y su llegada al Barça no descuidó su preparación y se logró un grado superior de Empresa y Comercio Internacional. Tampoco, claro, se olvidó de su pasión: montó una editorial para libros de fútbol y siguió en los banquillos. En esa época es cuando pasó por la Damm o por el Hospitalet, de donde sigue siendo socio. Allí también se tiene un gran recuerdo de él. «Es una persona preparada, muy currante, amable y formal», dicen en el club de la que fue su ciudad. «En la 2005-2006, en el Marianao Poblet, con un cadete de primer año llegó a la final para ascender a Preferente. Empató 0-0 en casa y perdió 1-0 fuera. Su equipo mereció ganar de calle», habla Lluís Lainz de otro de los equipos que dirigió Moreno.Aceptó la propuesta de Luis Enrique pidiendo una excedencia en La Caixa. Arriesgó, pero por fin tenía la oportunidad de vivir de lo que tanto quería. Como su ayudante estuvo en el Barça B, Roma, Celta y Barcelona, después se fue con Unzué al Celta cuando Luis Enrique se tomó un año sabático. «Si algo le caracteriza es su ambición, su conocimiento y su seguridad. Seguro que todo eso lo ha transmitido a la Federación», opina Unzué, ahora técnico del Girona. Robert volvió con Luis Enrique a la selección y una desgracia le ha llevado al primer plano. Aceptó. Le toca demostrar ahora que está preparado.
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