Así será el nuevo Bernabéu, ¿el mejor estadio de Europa?

Manuela Carmena y Florentino Pérez hacen hoy oficial la reforma del Bernabéu. Al acabar la temporada, se demolerá la esquina. Serán cuatro años de obras y más de 500 millones.

Lo primero que caerá cuando acabe la temporada será el centro comercial conocido como la esquina del Bernabéu. Será el comienzo de las obras, el primer paso efectivo de un proceso que está programado que dure más de 40 meses, cuatro años para que el nuevo Santiago Bernabéu esté listo.

Es el gran proyecto de Florentino Pérez. En el Real Madrid se considera que al Santiago Bernabéu, a diferencia de otros clubes europeos, se le saca muy poco rendimiento. El estadio tiene que ser el lugar de encuentro de los aficionados blancos, pero también una zona de ocio de la que conseguir el máximo beneficio. Desde la entidad blanca se piensa que si se quiere competir con los clubes que no necesitan generar sus propios ingresos, hay que explotar el márketing como se está haciendo, aprovechar la globalidad del fútbol y convertir el estadio en una fuente de recursos económicos. Gran parte de las reuniones del personal de márketing de la entidad blanca en los últimos meses son con grandes empresas con las que negociar un «stand» dentro del estadio. Que cuando un aficionado vaya al fútbol pueda también hacer otras cosas y el edificio produzca cuando no haya partido.

El proyecto de reforma ya se ha presentado: además de cambiar lo que ahora es la Plaza de los Sagrados Corazones, el estadio va a tener una nueva piel, va a estar recubierto, lo que le dará un aspecto mucho más moderno, espectacular y con colores cambiantes. Dispondrá un techo retráctil que podrá cerrar el recinto en los días de lluvia. Dentro, van a cambiar los marcadores y el todo el recinto va a estar a punto para los últimos avances tecnológicos. No hay un significativo aumento de plazas para espectadores, porque no se ha creído que sea necesario, pero sí una modernización general.

En un primer momento, la idea era hacer también un hotel, pero las limitaciones que puso el ayuntamiento a las obras obligaron a que se cambiara de planes. No ha sido un camino fácil el llegar hasta aquí. La magnitud de la obra ha generado mucho papeleo y algún momento de fricción entre el ayuntamiento y el club. Se superó. También se superó el otro escollo: el Real Madrid pensaba que la empresa dueña de Cepsa iba a poner el apellido al estadio y de ese modo se iban a sufragar las obras de remodelación, pero al final, a mitad de camino, se retiró.

Lo que falta por desvelar es quién se va a hacer cargo de la obra. Ferrovial, Acciona, FCC y San José son las que han hablado con el club. Se supone que la constructora ya está elegida, pero no está claro que hoy el presidente anuncie quién es. El otro asunto a resolver es cómo se va a financiar la operación. En la última Asamblea de compromisarios, Florentino Pérez pidió permiso para pedir un crédito y endeudarse en más de 500 millones y con 25 años para poder pagarlos. Según El Confidencial, se recibirá un préstamo de Bank of America Merrill Lynch y JP Morgan, que emitirá bonos por el mismo importe a inversores institucionales.

Aunque las obras van a durar casi cuatro años, el objetivo es que no alteren casi nada el desarrollo de la temporada. Por eso las obras comienzan este verano y será en las épocas sin partido cuando se trabaje con más intensidad. Y si es necesario que se modifique el calendario de Liga, como ha sucedido esta temporada con otros clubes, pues se pedirá permiso.