Euroliga

FC Barcelona Regal

64-53. Clásico en Londres

El Barcelona se impone al Panathinaikos en un Palau abarrotado y se enfrentará al Madrid en semifinales

Marcelinho recibe la felicitación de Tomic tras anotar un triple
Marcelinho recibe la felicitación de Tomic tras anotar un triplelarazon

La historia estaba de su lado. No sólo porque los partidos decisivos los gana casi siempre el de casa, sino porque el Barça es un clásico de las «Final Four». Los azulgrana disputarán en Londres, y ante el Madrid, la cuarta en los últimos cinco años –13 en total– después de imponerse a un flojo, pero luchador, Panathinaikos. No hubo sorpresa.

A diferencia de lo ocurrido en los dos primeros partidos disputados en el Palau, el Barça salió mucho más metido desde el inicio y no dejó que el Panathinaikos cogiera diferencias que le obligaran a ir a remolque. Había estudiado bien esos partidos Xavi Pascual y era plenamente consciente de que salir enchufados era una de las claves para ganar. Los azulgrana empezaron fuerte y fueron agrandando diferencias en el marcador poco a poco. Además, se encontraron con la tercera falta de Diamantidis a los cinco minutos de partido. El Barça ya llevaba entonces la voz cantante, pero apretó un poco más sin la estrella griega en pista. Dos triples de Marcelinho e Ingles en el último minuto del cuarto estiraron el marcador hasta el 28-14.

El «Pao» parecía no existir. Ningún jugador daba señales de vida, mientras en el Barça todos aportaban su granito de arena. Jawai se imponía en la pintura mucho más allá de lo que decían sus estadísticas, mientras Navarro se llevaba la gloria. Tenía la muñeca caliente el de Sant Feliu, arremangado para añadir una nueva «Final Four» a su palmarés. Sus diez puntos antes del descanso lideraron la carga azulgrana, que alcanzó su cénit en el minuto 14, cuando Ingles acertaba a poner el 37-18. El Palau cantaba feliz porque ya se veía en Londres, no se intuía capacidad de reacción en el combinado heleno. Pero el Barça, en lugar de rematar a su presa, rebajó un grado su tensión, su lucha, la extraordinaria actitud que había tenido hasta ese momento, y permitió la reacción del equipo de Pedoulakis, que con un parcial de 2-9 se volvió a meter en el partido, llegando incluso a romper la barrera psicológica de los diez puntos (42-33, minuto 19).

A pesar de todo, estaba bien asentado el conjunto azulgrana. Con las ideas claras en ataque y defendiendo fuerte. Pero algo cambió tras el descanso, que no le sentó nada bien a Xavi Pascual y sus pupilos. Apenas anotaron siete puntos en el tercer parcial. Sin grandes aspavientos, Panathinaikos fue entrando en el partido. La estadística de tiro griega era para llorar (1 de 16 en triples), pero la incapacidad anotadora azulgrana le permitió acortar diferencias (51-45, min 31). Ocho minutos sin anotar sumaba entonces el Barça. Ocho minutos que zanjó el de siempre con cinco puntos seguidos. Un triple de siete metros y una «bomba» de Navarro para devolver la tranquilidad al Palau. La tranquilidad, y el billete para Londres. Clásico a la vista.