Real Madrid Baloncesto
96-87. Diez minutos de magia
Al Real Madrid le bastó un segundo cuarto perfecto para desbordar al Fenerbahçe y alcanzar su tercera final consecutiva de la Euroliga.
La «Novena» vuelve a estar a un paso. Como en Londres hace dos años, como en Milán la temporada pasada. Olympiacos y Maccabi fueron los verdugos en 2013 y 2014. Mañana, el último obstáculo volverán a ser los griegos. El Madrid vuelve al mismo lugar que en las dos últimas temporadas y lo hace ante un rival inesperado, pero que está acostumbrado a convivir con la tensión como nadie, el Olympiacos de Spanoulis. Los griegos volvieron a cargarse al CSKA, el gran favorito, y el Madrid barrió al Fenerbahçe en una semifinal que en algunos tramos del partido recordó a la exhibición de hace un año ante el Barça. Aquellos 38 puntos de diferencia ante los azulgrana se quedaron en nueve porque el espíritu guerrillero de los de Obradovic no entiende de rendiciones. Al Madrid le bastó con un cuarto perfecto, el segundo, para alcanzar el último capítulo en la búsqueda de la ansiada «Novena». La «Octava» llegó ante el mismo rival de mañana.
Hay momentos de inspiración que ninguna pizarra puede frenar. Ni siquiera la ocho veces campeona de Europa de Zeljko Obradovic. El Real Madrid tomó el camino de su tercera final de la Euroliga consecutiva con un segundo cuarto al que es imposible encontrar algún defecto. Fue modélico. La abrumadora animación de los hinchas turcos, las dos faltas de Reyes y el agujero que estaba causando Vesely en la zona pronto se olvidaron con un recital de juego madridista en los dos lados de la cancha. Laso apostó por un quinteto en el que no estaban dos de los referentes, Llull y Rudy.
El «Chacho» tomó los mandos y disfrutó. Cuando el base se lo pasa bien, el equipo vuela y los compañeros lo agradecen. Así es como más cómodo se siente el equipo. Y eso fue lo que sucedió. En el perímetro aparecieron Rivers y Maciulis. Nocioni estuvo por todos lados y Ayón... El mexicano antes del descanso pareció Sabonis: hizo de todo y lo hizo muy bien. Con un equipo atípico, el Madrid arrancó con un parcial de 14-2. La ventaja con que cerró el Fenerbahçe el primer periodo (20-21) desapareció, pero el equipo no se quedó ahí. Nocioni apareció en el partido con la misma intensidad y decisión que en la final de Copa. Desestabilizó a todos los rivales que tuvo por delante, pero no sólo eso. También anotó. Cuando pidió el cambio, exhausto, su equipo ya marchaba con una diferencia de 16 puntos (44-28).
Los argumentos no se agotaban. El recital de los exteriores fue una pesadilla para los otomanos. Rivers anotó cuatro triples sin fallo; el «Chacho», dos... Fueron media docena en todo el cuarto. Pero es que eso no fue lo mejor. ¡Hubo más, mucho más! El Madrid fue tan respetuoso con la pelota que no cometió una sola pérdida antes del descanso. No regaló un solo ataque. Repartió 18 asistencias, más de la mitad de los puntos, llegaron tras un regalo de un compañero. En las escuelas de baloncesto se puede hablar del juego del Madrid durante diez minutos mágicos que dejaron al Fenerbahçe inconsciente.
La exhibición permitió al equipo llevar el resto del partido con una calma con la que no contaba. Los turcos no se rindieron, pero si se acercaron fue porque el Madrid tampoco necesitó volver a emplearse al máximo. Con diez minutos había sido suficiente. El Fenerbahçe trató por todos los medios de mantenerse en la pelea. Lo intentó todo, pero no logró descentrar al Madrid.
El acierto anotador de los turcos en el último cuarto permitió alcanzar un marcador normal para una semifinal. Pero si el Madrid anota 98 puntos, sólo pierde cuatro balones y da 24 asistencias es imposible que pierda. Ante los griegos el paisaje será diferente, aunque ayer eso era lo de menos. Florentino, sentado al lado de su hija, disfrutó como un aficionado más después de una semana para olvidar. La «Novena» está a 40 minutos. Spanoulis y sus guerreros, como hace dos años, son la última frontera.
- Ficha técnica:
96 - Real Madrid (20+35+21+20): Llull (12), Carroll (7), Rudy Fernández (12), Ayón (18) y Reyes (- ) -cinco inicial-, Rivers (17), Nocioni(12), Maciulis (2), Rodríguez (13), Slaughter (2) y Bourousis (1).
87 - Fenerbahce Ulker Estambul (21+14+24+28): Goudelock (26) Bogdanovic (12), Zoric (6), Vesely (20) y Sipahi (-) -quinteto inicial-, Zisis (2), Bjelica (11), Erden (-), Savas (2), Preldzic (2) y Mahmutoglu (6).
Árbitros: Christodoulou (GRE), PUKL (SLO) y Lottermoser (ALE). Eliminaron por faltas a Marcus Slaughter, Felipe Reyes y Nemanja Bjelica.
Incidencias: Segunda semifinal de la Euroliga disputada en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid (Barclays Card) ante unos 13.000 espectadores.
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