Eurobasket

Abrines, tampoco

Abrines, tampoco
Abrines, tampocolarazon

Hace cuatro días Sergio Scariolo era optimista con la presencia de Abrines en la lista definitiva para el Eurobasket. El alero del Barcelona jugó once minutos ante Venezuela el martes en Burgos, pero... no estará en el campeonato por culpa de la fascitis plantar que le lleva martirizando desde que arrancó la concentración. «La evolución de las molestias no ha sido lo satisfactoria que se esperaba, y los médicos de la Selección y el propio jugador han tomado la decisión de no continuar, por lo que Abrines abandonará la concentración en las próximas horas», aseguraba la FEB en la mañana de ayer. El quebradero de cabeza para el seleccionador es mayúsculo. Abrines era el único alero puro y tirador que quedaba en la Selección al margen de Rudy. Los planes de Scariolo eran que el azulgrana se convirtiera en el arma principal del perímetro junto a los «Sergios» y Rudy. Su baja deja a trece jugadores en la concentración y su plaza será ocupada por Rabaseda con lo que Pablo Aguilar será el último descarte. La diferencia entre Rabaseda y Abrines es que el nuevo jugador del Gran Canaria aporta menos centímetros, menos puntos y estaba llamado a ejercer de especialista defensivo. La baja obligará a Ribas y San Emeterio a dar un paso al frente porque ambos dispondrán de más minutos de los previstos.

Por primera vez en muchos campeonatos, la Selección no contará en el Eurobasket con ningún jugador del Barça. Y tanto él como Navarro no están en el equipo por el mismo motivo, la molesta fascitis plantar. Scariolo, antes de confirmarse la baja de Abrines, ya lo avisó hace días: «Es una dolencia traicionera». Y es que las molestias pueden desaparecer un día, pero a la mañana siguiente pueden reaparecer y ser todavía más dolorosas hasta hacer imposible jugar de otra manera que no sea infiltrado. Eso es lo que sucedió con Navarro y lo que ha pasado con Abrines. El alero ya se perdió todos los amistosos de la Copa del Mundo. Se le esperó para el torneo oficial, pero su presencia fue anecdótica.