Las lesiones como síntoma

El madridista Randolph vuelve a caer y es que los jugadores «top» europeos pueden superar los 100 partidos por temporada y eso, renunciando a las ventanas FIBA de la próxima semana.

El ala-pívot del Real Madrid Anthony Randolph es el ejemplo perfecto: dos lesiones en menos de un mes. Es la consecuencia de un calendario que para los jugadores «top» en Europa se puede ir a más de 100 partidos por temporada. Son diez meses y medio sin tregua y eso no hay cuerpo que lo resista. Algunos, como Rudy y Reyes, lo entendieron rápido y por eso renunciaron en verano a la Selección. Y es que un internacional como el esloveno de origen estadounidense puede jugar desde agosto 15 partidos con su selección (y eso, renunciando a los 4 de las inminentes ventanas FIBA), 41 en la Euroliga y más de 50 en las competiciones españolas (Supercopa, Copa y Liga Endesa). Consumido apenas el primer mes de la máxima competición europea, la lista de bajas en los 16 equipos de la Euroliga ya supera la treintena.

Y entre las enfermerías destaca la del Madrid. Tres de los fijos en el quinteto titular de la pasada temporada han caído. A Llull y su rodilla derecha le quedan, siendo optimistas, tres meses de baja después de lesionarse en verano en un amistoso con España; Randolph, que ya estuvo dos semanas K. O., tiene para un par de meses por estrés en la base del tercer metatarsiano del pie derecho, y Ayón no volverá en casi cuatro por la lesión en el hombro izquierdo. El otro caído es el serbio Kuzmic, uno de los refuerzos interiores que tampoco paró en verano.

El siguiente capítulo de un calendario imposible es el conflicto con las ventanas de la FIBA. La próxima semana coinciden (el viernes 24) la novena jornada de la Euroliga –hay media hora de diferencia entre el Panathinaikos-Real Madrid y el Montenegro-España– con los primeros partidos de clasificación para el Mundial 2019. La mayoría de jugadores de los equipos de la Euroliga (11 en el caso de España) tienen previsto renunciar a la convocatoria en beneficio de sus clubes. Alfonso Reyes, presidente del sindicato de jugadores (ABP), denuncia una situación que ya es crítica y que ha puesto a su colectivo al límite: «Para un jugador es un honor ir a la selección, pero también debe cumplir el contrato con su equipo, así que va a recibir presiones. Es una situación caótica, es la guerra. Nosotros no le vemos salida y es el jugador el que carga con la responsabilidad». Hay quien asegura que algunos clubes (rusos o turcos) están recibiendo presiones políticas para ceder a sus jugadores. Y la situación puede ir a peor porque la intención de la Euroliga es ampliar la competición a 18 equipos e incluir más semanas con jornadas dobles.