Sergio Llull: «Hay que volver a ganarlo todo otra vez»

«Estar en este club es una responsabilidad muy grande», asegura un jugador que, según Sergio Scariolo, es único en Europa.

A 48 horas del arranque de la Euroliga, Sergi Llull (15-11-1987, Menorca) no recuerda cuándo perdió tres partidos seguidos por última vez. El campeón se estrena en Rusia ante el Khimki.

–Si no vinieran de una temporada en la que lo ganaron todo, a lo mejor había quien hablaba de crisis...

–No se puede hablar de crisis. Hemos perdido la Supercopa, que es un torneo casi de pretemporada, un amistoso contra los Celtics y un partido contra el Valencia, que será uno de los grandes rivales de este año. Hay cosas que mejorar, eso está claro, no hemos empezado bien, pero esto no es cómo se empieza, es cómo se acaba.

–¿Se puede llegar a estar saturado de baloncesto?

–Si alguien está cansado de baloncesto es que tiene un problema. Somos unos privilegiados por hacer lo que nos gusta y además cobrar por ello. La ilusión y las ganas tienen que ser las máximas porque defender la camiseta del Real Madrid es una responsabilidad muy grande. Ahora se trata de trabajar mucho como hicimos el año pasado, tener paciencia, acoplar a los nuevos y recuperar a los lesionados para arrancar y tirar para arriba. Todas las temporadas hay momentos mejores y peores. Se trata de controlar los malos y que se noten lo menos posible.

–¿Quizá cueste arrancar más después de ganarlo todo?

–No, al revés. Cuando lo ganas todo, la dinámica es positiva y es todo más fácil. Incluso haber perdido la Supercopa nos puede venir bien para que se deje de hablar tanto de nosotros y para no creernos mejores de lo que somos. Hay que seguir trabajando mucho y bien porque es algo que este grupo es capaz de hacer. El equipo está con ilusión, ganas y tiene más experiencia. Tenemos ganas de empezar a ganar porque aquí es lo que hay que hacer: ganar siempre. Años atrás alguno se creía que se perdían partidos aposta al principio para ganarlos luego y de eso, nada. Aquí el objetivo lo tenemos clarísimo todos y no es más que ganarlo todo otra vez. Somos muy ambiciosos.

–¿En qué es mejor jugador que hace un año?

–Soy más experto y he demostrado que cada año he progresado un poco. Quiero hacer más cosas, dirigir bien, no perder balones, mi físico me permite defender a alto nivel y en ataque trabajo para ser mejor cada día. Ahora tengo que mejorar mis porcentajes, que no son del todo buenos.

–¿Y en qué ha mejorado el equipo con los nuevos?

–Hemos ganado en talento ofensivo, sobre todo con Thompkins, que nos va a dar mucho en ataque por dentro. Con Doncic y Willy ganamos juventud, ganas e ilusión. Jeff está por ver, pero nos ayudará también. Quizá hayamos perdido intimidación por dentro porque Bourousis, Slaughter y Mehri tapaban muchos agujeros y este año tenemos que poner énfasis en eso.

–¿Por qué descartó la marcha a los Rockets de Houston?

–Porque el Real Madrid es el sitio donde soy feliz. La oferta era importante y jugar en la NBA tiene que ser bonito. La gente de Houston sigue pendiente de mí, no han dejado de estar pendientes desde que me eligieron en el «draft». Vienen a ver partidos, me escriben... Decirles no fue una decisión difícil, pero estoy en el mejor sitio en el que puedo estar. Las muestras de cariño me ayudaron a quedarme y estoy en el mejor club para competir y luchar por todo.

–¿Cree que alcanzará los 35 años como sus compañeros Reyes y Nocioni?

–Sí, ¿por qué no? Quizá un poco más desgastado porque al ser un exterior los esfuerzos son más explosivos, pero me siento muy bien, me siento joven y espero llegar a los 35 a un alto nivel.

–¿Dónde estaba con 16?

–En Manresa.

–Y con esa edad, ¿es su compañero Doncic tan bueno como parece?

–Tiene una madurez impresionante para su edad. Tiene mucho que aprender y mejorar y de él depende hasta dónde quiera llegar porque no tiene techo. Si trabaja como debe y se esfuerza al máximo va a ser una estrella.

–¿Hay quien asegura que usted es el líder del grupo, el alma del vestuario?

–Eso va con la personalidad que tiene cada uno. A mí no me gusta perder a nada y cuando las cosas no van bien trato de dar lo máximo para revertir esa situación. Aquí hay mucha gente que tiene mucha calidad y también mucho corazón para tirar del equipo. Creo que a la gente le gustan los jugadores que son como yo, que lo dan todo en la cancha y por eso tengo tan buen «feeling» con nuestra afición.