Atletismo
Camille Muffat, la nadadora con más inquietudes
Camille Muffat era para Francia lo que para España Mireia Belmonte, la más querida y laureada de sus nadadoras. Pero su curiosidad por explorar otros mundos le sacó de la piscina tras alcanzar el cénit, tres medallas olímpicas en Londres 2012.
Camille Muffat era para Francia lo que para España Mireia Belmonte, la más querida y laureada de sus nadadoras, y el shock sería el mismo si ésto le sucediera a nuestra nadadora, pensando además que Camille ha encontrado la muerte con tan sólo 25 años (Niza, 28 de octubre de 1989), uno más que Mireia.
El país vecino aún permanece incrédulo ante la muerte de sus deportistas. Camille, por triple medallista olímpica, era la más conocida y condecorada. En 2012 fue nombrada deportista francesa del año y, unos meses más tarde, en enero de 2013, Muffatt fue designada como caballero de la Legión de Honor, la más importante de las distinciones francesas concedida por méritos extraordinarios.
Su valía quedó patente desde muy joven. Debutó con 17 años en un Europeo de Piscina Corta y logró una plata. En el mismo escenario, un año más tarde, esta vez consiguió el oto en 200 m estilos y un bronce en 400. De ahí, hasta los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 sumó otras ocho medallas. Francia tenía una gran candidata para Londres y Camille no defraudó. Se clasificó para tres pruebas y en todas se colgó metal: oro en los 400 m libres, con récord olímpico incluído, plata en 200 m libres y bronce en el 4x200 m libres.
Francia tenía una nadadora de éxito para mucho tiempo, pero Camille era extraordinaria dentro y fuera de las piscinas y el pasado verano, ante la sorpresa de todos, pues le quedaba mucha carrera por delante, anunció su retirada. Lo tenía claro. Quería explorar otros mundos, y quizá, presa de inquietud, se embarcó en un programa de supervivencia, donde ponerse a prueba al máximo, como lo hizo siempre en la piscina. «Quizá es un error, pero no creo que vaya a arrepentirme. Estoy segura de mí misma y creo que soy suficientemente curiosa para explorar otras cosas: a fondo y sin vuelta atrás. El cuerpo podría haber aguantado otros diez años más, pero soy la dueña de mi vida», expresó Camille cuando anunció que dejaba de nadar.
Su perfil de facebook es testigo del cambio de vida de Camille desde que salió del agua. Hasta 2014 todas sus fotos estaban relacionadas con la natación: sus concentraciones, anuncios, medallas... Desde entonces, Camille Muffat había disfrutado de su tiempo en competiciones de cross, esquiando, jugando al golf o en el último de sus proyectos, que le hacía especial ilusión: el programa de supervivencia «Dropped», donde los concursantes son abandonados en el desierto y deben utilizar sus habilidades para encontrar su camino de regreso a la civilización. Desgraciadamente, no ha habido regreso.
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