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Cara a cara: ¿Ganará el Pichichi Cristiano Ronaldo?

La Razón
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Un cuchillo para el pasteleo de la MSM; por José Luis Sánchez

¡Es encomiable Carme! Las hordas azulgranas reunidas para batir al futbolista total. Cristiano Ronaldo es como un martillo pilón, como la gota malaya, va calando y calando hasta que destruye la roca más fuerte. Resulta gracioso ver a Messi, Neymar y Luis Suárez aunar fuerzas para intentar sacar del mapa al portugués. Le habéis intentado enterrar, le habéis vendido, le habéis dado por acabado desde hace un año, pero sigue. Te lo vengo avisando desde hace tiempo, criticar a CR7 es como un búmeran que siempre vuelve. De momento, ha volteado la clasificación del Pichichi, una vez más. Camino de su Quinta Bota de Oro, objetivo que queréis se quede en Can Barça, pero estando «Demolition Gol» me parece algo bastante improbable. Cristiano está enterrando en goles a Messi. Lleva cinco temporadas menos en la Liga y apenas una desventaja de 53 goles (253/306). Vuestro problema es que va de menos a más. Apostaría a que en la última jornada ya habrá llegado a la barrera de las cuarenta dianas.

Goles sin arrumacos

Se hacen tan empalagosas las celebraciones de la MSN que la Asociación de Actores plantea nominarles a los Oscar de los peores artistas. Cristiano es un ejecutor. Las risas, las bromas, los abrazos, las escenificaciones de penaltis, para endulzar todavía más de azúcar el Camp Nou, no van con él. Le encanta ser el villano, el malo de la película para vuestras columnas. A veces soy retorcido y pienso que Messi, Neymar y Suárez creen que suman puntos en la tabla de goleadores con tanto cariño impostado. Tenéis que ver a Cristiano como el cuchillo que corta tanto pasteleo de la delantera del Barça. Como dijo el portugués, no hace falta irse a cenar juntos, lo importante es mandar el balón a la red, y ahí, nadie le supera. Amiga Barceló, tiene afilada la hoja para cortar las ilusiones de la MSN.

Y Pichichi europeo

¡Pero si es que es de locos! Entre Messi, Neymar y Suárez llevan los mismos goles en la Liga de Campeones... ¡que Cristiano! Ha marcado doce tantos, doce. Está claro que individualmente son incapaces de alcanzar sus registros. Por eso, tenéis que andar con ojo. ¿Recuerdas cuando tuvo unos registros similares en la «Champions»? El año de la Décima. Está desatado y llegando fresco al tramo importante de la temporada. En mayo volveremos a hablar y Cristiano se habrá llevado el Pichichi en la Liga y en Europa. Carme, es un arma de destrucción masiva y sé que esta campañita contra él sólo tiene un objetivo: descentrarle porque teméis la Undécima.

Lo ganará Suárez o Leo... y se abrazarán; por Carme Barceló

Tú lo has dicho querido José Luis: solo. Ésa es la palabra que acompaña, fíjate tú que paradoja, a un jugador cuyo principal objetivo es individual en un deporte de equipo. Eso lo sabes tú, lo sé yo y lo sabe el Bernabéu, que lo pitó el sábado y no le sonó a música celestial como a Piqué, precisamente. Agarrarse a un Pichichi cuando la Liga está perdida –Zidane dixit– no deja de tener su aquel, máxime cuando tu gran rival se encuentra doce puntos por encima de ti gracias a un excelente trabajo coral y al entendimiento de una delantera histórica que suma 100 goles. No menciono la debacle de la Copa por no hurgar en heridas ni tampoco la «desaparición» de Cristiano en momentos clave de ésta y de la anterior temporada. El público, que aquí y allí es soberano, repudia los individualismos llevados al extremo y más si van unidos a desafortunadas declaraciones, que lo único que hacen es confirmarlos. Si tú le das valor a la soledad de Ronaldo en la lucha por el Pichichi, yo se lo doy a un Barça que, en bloque, ha encumbrado a la MSN. Les gusta dar la vuelta al dicho: mejor bien acompañados que solos.

Peligrosamente cerca

Con el 0-4 en Eibar y un 80 por ciento de la Liga ganada, el Barça –léase el equipo, apreciado Sánchez– va a volcarse en que su compañero pase por delante de Cristiano. Y lo harán desde el trabajo, el sacrificio, los abrazos, los besos y el buen rollo que reina en este «team». Porque los afectos no van con la nómina ni con la ficha. Nacen, crecen y se reproducen de forma natural, superando las crisis, retocando los fallos y lavando la ropa en el vestuario, no en las zonas mixtas. Cristiano camina con paso firme hacia el Pichichi, es cierto, pero tiene peligrosamente cerca a Luis Suárez. Y a Messi. Luis Enrique dijo el sábado que podía ser el máximo goleador e incluso sacar 10 goles al segundo y ayer ya sumó otros dos. Leo está por la labor de asistir, ayudar, ceder y potenciar a su compañero porque se puede permitir ese lujo mientras sigue marcando goles.

Les pone Europa

¿Sabes cuál es el objetivo colectivo que le pone al Barça? Ganar su segunda «Champions» consecutiva, algo que no ha conseguido nadie. Te lo digo para que te vayas situando y, de paso, se sitúe Cristiano también. Ya no te digo lo que sería lograr otro triplete. Pero, como dice Simeone, partido a partido. Juntos. Besándose y abrazándose. Antes y después de levantar los triunfos colectivos, que en los últimos 10 años lo han hecho bastantes más veces que el Real Madrid.