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Cara a cara: ¿Ha fracasado Cristiano en el Mundial?

Cara a cara: ¿Ha fracasado Cristiano en el Mundial?
Cara a cara: ¿Ha fracasado Cristiano en el Mundial?larazon

Ronaldo quitó caretas; por José Luis Sánchez

Cómo os escuece todavía el Balón de Oro de Cristiano Ronaldo. Su Bota de Oro, ser el máximo goleador en una temporada de la «Champions», la Décima... De repente, os pusisteis la camiseta de Alemania, EE UU y Ghana por el odio a «CR7». Sólo los mediocres fracasan por no intentarlo. Se ha jugado su carrera, su futuro, su mayor patrimonio: su cuerpo. Compromiso a ese nivel le pido yo a los que se borran, a los que se esconden. Sabes, el mal sabor de boca que le ha dejado Brasil os pasará factura. Por fin podrá descansar. Le llegó el momento de desconectar, de darle a sus articulaciones el reposo necesario. Estando mermado, lastrado, condicionado, y lo sabes bien, ha sido lo mejor de Portugal. Generó más ocasiones que otras selecciones, con un hándicap añadido, un compañero nefasto: Eder. Portugal da lo que da y sin Ronaldo ni siquiera hubiese cruzado el charco para disputar el Mundial.

Es un héroe

Con el tendón rotuliano al límite se ha echado un país a la espalda. Resulta curioso que dudes de Cristiano cuando con España ha habido futbolistas de escasa profesionalidad. Al señor Xavi Hernández le colocan de suplente en el segundo partido y, curiosamente, no se calza las botas para el último. Realmente curioso. Ese tema no te interesa. Deberías valorar a los jugadores que engrandecen este deporte, y «CR7» es uno de ellos. Se ha jugado prestigio y respeto por amor al juego y a su país. Honores al héroe. Ni un reproche en Portugal porque no tienen duda de su compromiso. Hazte un favor, no quedes más en evidencia.

No conoce el fracaso

Cristiano no conoce la palabra fracaso. En su diccionario aparecen palabras como lealtad, algo muy en desuso en estos tiempos. Tanto en el Real Madrid como en la selección lusa ha dado muestras de ser un referente para todos aquellos niños a los que engañáis con la falsa humildad y los valores. Un consejo: aprende de Cristiano Ronaldo.

El comandante cedió sus galones en Brasil; por Jorge D'Alessandro

El sueño de una generación, hecho añicos. El comandante Cristiano Ronaldo era el encargado de liderar la conquista de Brasil, pero ha fracasado, José Luis. A sus paisanos sólo les queda el recuerdo y el consuelo del Mundial de Inglaterra'66, cuando Portugal, tercera al final, echaba a Brasil mientras Eusebio se coronaba como nuevo monarca del fútbol destronando a O'Rei Pelé. La Pantera Negra puso el mundo entero a sus pies, pero Cristiano ha naufragado en el intento de coronarse como número uno del planeta. Toda una catástrofe deportiva. Como si el almirante Vasco da Gama no hubiera cruzado el Atlántico y se hubiera hundido con sus naves.

Jugó como si Portugal fuera él

Desde el punto de vista futbolístico, en ninguno de los tres partidos en los que ha participado supo Cristiano sacar provecho de sus virtudes. Sin trazar sus diagonales habituales e incapaz de poder asociarse, todas sus acciones fueron definitivas, y la mayoría para mal. Tiró desde cualquier posición, de cabeza y con los pies; y buscó siempre la jugada personal. Pero mal ubicado en el terreno de juego, lejos de donde es letal, probablemente para camuflar las limitaciones físicas con las que llegó al campeonato, el dolor en su maltrecha rodilla. No hubo participación colectiva, como si jugara para sí mismo y Portugal fuera él mismo. Se conjugaron dos factores: nunca trató de conectar con el equipo y sus compañeros tampoco supieron crearle ventajas. Ése fue el gran error, lo que le empequeñeció.

Fue incapaz de liderar

Amigo José Luis: excusas variopintas, excesiva teatralidad, marketing, un séquito circense... pero el comandante fue incapaz de liderar a una selección que pareció más una peña turística que un equipo de fútbol y que se marcha del Mundial sin ofrecer nada. No tuvo gesto ni garra, estuvo mal tácticamente y mostró más gestos de desagrado que juego. En definitiva: punto y final para un degradado «CR7» que se convirtió en «CR3,5». Pero hay revancha, crack. Adelante.