Vicente del Bosque afronta su cuarto gran reto como seleccionador en esta Eurocopa de junio. Nos hizo campeones en 2010, 2012, pero fue una auténtica decepción en el Mundial 2014 de Brasil, con muchas preguntas sin responder y un fútbol rácano y poco contundente ante sus rivales. Hubo muchas voces, incluida la mía, aplicando la ley natural del fútbol de que cuando se pierde tienes que dejar paso al siguiente. Pero, una vez que Vicente superó este «match ball» y decidió continuar hasta Francia, soy de los que piensan que tenemos que estar con nuestro seleccionador a muerte porque dirige al equipo de todos y debemos sumar para conseguir los mejores resultados en la Eurocopa.

Falta Alcácer

Por otro lado, veo al seleccionador muy agobiado por la responsabilidad que tiene ante todo un país futbolístico que le va a mirar con lupa todo lo que haga: juego, cambios y, por supuesto, resultados. De momento, la lista ya ha sido motivo de discordia y el debate está en plena efervescencia. Para algunos, por los que deberían ir y no están; y para otros, por los que están y no acaban de convencer. Por ejemplo, falta el valencianista Paco Alcácer, al que yo eché de menos en esa primera lista de convocados.

Volver de otra forma

Que todos somos seleccionadores es un hecho real. Sólo hay que escuchar las muy diversas opiniones para darnos cuenta de que cada uno tiene su propia lista de jugadores. Pero sí quiero insistir en que, una vez que ya esté final y totalmente decidida en sus 23 nombres, lo más importante en ese momento será apoyar a tope al entrenador y a los que estén. Y, por lo tanto, tenemos que ayudar para que tengan un altísimo rendimiento con el trabajo del seleccionador. Y que podamos volver a casa si es posible con la cuarta Copa de Europa de naciones y no con la cabeza baja y fracasados como volvimos de Brasil.