Cara a cara: ¿Es capaz Lopetegui de levantar la situación?

► Alfredo Duro: Sí, tomará decisiones y callará bocas

Conozco a Julen Lopetegui. Lo conozco hasta el punto de poder asegurar que nadie le ha regalado nada. Su carrera futbolística ha alcanzado la punta de la pirámide –entrenar al Real Madrid– por una simple razón: está muy preparado. Si preguntas a alguno de los máximos responsables del fútbol alemán podrán contarte que el «método Lopetegui», con el que nuestra selección sub' 21 gobernó el fútbol europeo con puño de hierro, inspiró gran parte de los cambios que ellos introdujeron en su estructura para que la selección germana volviera a ser campeona del mundo. Así de claro. Llegó a la selección y al Madrid por sus conocimientos, y eso no lo va a cambiar ninguno de los tristes chistes con los que te estás burlando de él.

Datos suficientes

No soy ciego, Cristóbal. Pero tampoco lo es Lopetegui. Tiene los datos suficientes para conocer el problema y no tengas dudas, va a encontrar soluciones. Las encontrará porque el Lopetegui que siempre he conocido tiene las ideas muy claras y personalidad para tomar decisiones. Fue a Oporto a hablar con Casillas y de un plumazo acabó con ese problema que gente como tú pensaba que le iba a enterrar con la Selección. Julen sabe que más de la mitad de su plantilla está en un rendimiento físico que no alcanza ni para la mitad de su exigencia y que la titularidad de algunos «intocables» está en entredicho. Lo sabe y actuará.

Siempre vuelve

Llevo toda una vida viendo cómo el Madrid se levanta cuando todos le dais por muerto. Toda una vida comprobando que el Madrid siempre vuelve. Y volverá, Cristóbal. Volverá para que tus chistes se conviertan en tu propia trampa. Volverá porque muy pronto volverá Isco, una de las más poderosas razones por las que al Madrid se le ha apagado la luz. Nadie mejor que Julen ha comprendido a Isco y muy pronto volverán a ser socios. Y entonces taparán bocas. Bocas como la tuya.

► Cristóbal Soria: No, les ha hecho peores a todos

Que absolutamente nadie espere una autocrítica de los gurús del madridismo sobre la actual situación del Madrid a la que les ha llevado primero una pésima y deplorable planificación deportiva y, en segundo lugar, su entrenador Lopetegui.

El orden en este caso sí altera el producto. Y de qué forma. A los jugadores les quiero dejar fuera de la ecuación. Creo que estos años atrás han dejado constancia de quiénes son y qué son capaces de llegar a hacer. Ninguno de los futbolistas de la actual plantilla está manteniendo un comportamiento distinto al que ha mantenido en su club en estos últimos años. Por tanto, todo era más que previsible.

El 7, Bota de Oro

Distinto es hablar de aquellos que en su momento creyeron que estábamos ante el mejor Benzema de la historia, que Bale sería capaz de coger el testigo emocional y deportivo de Cristiano, que Mariano al haber escogido el dorsal número 7 sería Bota de Oro, que la pierna izquierda de Asensio era lo más próximo a Messi y que Vinicius haría olvidar las ilusiones de ver a Neymar con la camiseta del equipo de Florentino Pérez.

«Y Vinicius pa' cuándo»

Dicho esto, Lopetegui tiene que salir también en la foto de este desastre. Julen tiene la virtud de haber hecho que estos grandes jugadores ahora parezcan malos. En Mendizorroza, la imagen de los Modric, Kroos, Benzema y compañía quedó por los suelos. Y es que, con independencia de movimientos tácticos o alineaciones más o menos acertadas, es responsabilidad del entrenador sacar lo mejor de cada futbolista de la plantilla. Pero en el caso de Lopetegui está pasando justo lo contrario. Si a estas alturas los Alfredo Duro de turno quieren seguir escudándose en las bajas de un equipo cuyo máximo exponente es Isco, o en el ADN madridista, o si quieren seguir preguntando a Lopetegui «Y Vinicius pa’ cuándo»... no les quepa la menor duda de que yo estaré encantado.