Cara a cara: ¿Son injustas las críticas a Messi en Argentina?

► José Luis Sánchez: No, la albiceleste retrata a los palmeros

Argentina ha visto pasar a muchos futbolistas históricos querido Soria. Di Stéfano, Kempes, Maradona... Argentina sabe lo que es saborear dos mundiales. Pero Argentina vive engañada por la propaganda que llega desde España y Barcelona. Todavía esperan a que Messi aparezca en la final de Brasil. Alemania ganó, el «10» estuvo desaparecido. Aún se sonroja cuando le recuerdan que fue nombrado mejor jugador del torneo. Un país entero detrás... decepcionado por su estrella. Maradona, peor rodeado de futbolistas, sí fue capaz de llevar a la albiceleste al Olimpo futbolístico.

Añoran al Pelusa

Argentina añora a Maradona y os quita la careta a todos los palmeros. Una selección con Agüero, Di María, Lavezzi, Pastore, liderada por Messi, sí que debería ganar de calle en Suramérica. Pero son trece años acumulado decepciones. Cuatro finales, cuatro derrotas. La gente se pregunta, ¿de verdad es tan bueno? Las críticas son justas. Si un día le falla un penalti en una tanda decisiva, otra vez es intrascendente, y la siguiente amaga con que no vuelve a la selección, el pueblo no se ve representado. Si el «Shiquitito», como lo llamas, gana con el Barcelona, es el Barça de Messi... y si pierde con Argentina, es que el equipo no da el nivel. España ha ganado dos Eurocopas y un Mundial sin él. Y Cristiano, con una Portugal inferior, fue campeón de Europa. El «7» sí que no falla nunca.

Convocatorias a la carta

Bielsa, Basile, Maradona, Tata Martino, Pékerman, Batista, Sabella, Bauza y Sampaoli... ¡¡Son 9 seleccionadores de Argentina!! en trece años de Messi. ¿Todos son malos? ¿Ninguno funciona? Todos se entregaron a Messi. Convocatorias a la carta (Mascherano, Higuaín, Lavezzi...), y así, de fracaso en fracaso hasta el desastre final. Soria, un consejo, para Rusia, cambia la bufanda de Argentina por la de Portugal, serás más feliz.

► Cristóbal Soria: Sí, cada argentino le debe pleitesía a Leo

Me cuesta creer que haya un solo argentino que no rinda pleitesía a Leo. Ya sé que la sombra de Diego y su mano de Dios es muy alargada, pero Maradona tenía un equipo alrededor para competir cada partido en el Mundial de México y dejar hacer a ese guante que tenía en la pierna izquierda. Además, aquella albiceleste contaba con grandes dosis de testosterona inyectada en vena directamente por Bilardo, por no hablar de ese «otro fútbol» que tanto me gusta y que el míster tan bien inculcaba. Tener que recordarle a esos argentinos que llaman «pecho frío» a Messi que en el Mundial de Brasil la manija la llevaba... ¡Fernando Gago!... es para que se lo hagan mirar. ¿Qué hubiese sido de esa generación sin Leo? ¿Alguien sería capaz de decirme cuántos kilos de más tenía Higuaín en Brasil 2014 en aquel equipo entrenado por un tal Sabella?

Le tiraba paredes Acosta

En pocos meses empieza una nueva oportunidad para Messi. Quizá, y ojalá me equivoque, la última que va a tener el «Shiquetito» para escribir con letras de oro su capítulo más importante como futbolista. Pero ahora viene el amigo José Luis Sánchez a contarnos que marró un penalti en no sé qué partido o que falló en no sé cuál final de no sé qué campeonato. ¡Con qué facilidad olvida que hasta hace dos convocatorias Messi tenía que tirar paredes con Lautaro Acosta! O que Higuaín sigue siendo el delantero centro años después y con bastantes kilos más.

¿Ganar con Gago e Higuaín?

Leo tiene los siete sentidos en Rusia para poder disfrutar con los suyos lo que a buen seguro acabaría con cualquier debate sobre su liderazgo en Argentina. Cada vez que surge este asunto, me gusta recordar a sus compatriotas más críticos que con 16 años tuvo la oportunidad de poder jugar con la Selección española, pero la declinó para vestir la albiceleste. De haber elegido a España, ya sería campeón del mundo.