La Coruña
Cara a Cara: Tras la remontada, ¿tiró el Barça el partido de Riazor?
SÍ. Sin AytekIn esto es otra cosa
Alfredo Duro
Bienvenida a la dura realidad, señorita Barceló. Asómate al balcón y siente el vértigo que produce la caída al vacío de la Liga para este Barça que, sin regalos arbitrales y el clásico manual de engaños en el área en forma de penaltis, se desplomará sin remedio tras lo de ayer. Es lo que pasa cuando marcas el número del Aytekin de turno y no te coge el teléfono. Cuando en lugar de enfrentarte a un equipo timorato y sin aplomo tienes enfrente a otro que conoce tus defectos y se dispone a explotarlos. El Dépor ha vuelto a desnudar a un Barcelona soberbio y prepotente. Incapaz de tirar de compromiso ni de fútbol y recuperando todos los síntomas de equipo caprichoso y mimado.
- Larga noche
Y ya que nos ponemos vamos a poner nombres y apellidos a esta juerga que algunos se han montado pensando que todavía no había finalizado la larga noche del miércoles. De Neymar a Messi pasando por Piqué y acabando por donde tú quieras. Porque lo que nos queda del batacazo de Riazor, entre otras cosas, es que Neymar se borra de forma sospechosa de un partido que resultaba vital para seguir vendiendo ese «triplete» de barro que os ha dejado a todos en evidencia. Con Messi desaparecido en combate, vaya usted a saber por qué, y con un entrenador sin ninguna respuesta ante la deserción generalizada.
- Dependencia de los demás
Una Liga, querida Carme, no se gana dependiendo sólo de los demás. El Barça lleva toda la temporada viviendo de errores ajenos, de Messi, de Aytekin, de ridículas caídas en el área y de una autocomplacencia que oculta la falta de fútbol. Ante el PSG, el barcelonismo decidió que el Barça había ganado el triplete y que Neymar era el nuevo Balón de Oro. La realidad es más simple: Neymar se borró en Coruña, Messi desapareció, el Depor ganó. Porque lo de Riazor fue algo más que un tropiezo y la Liga se va al garete.
NO. Sólo fue un tropiezo
Carme Barceló
Seguimos donde nos mandaste, apreciado Alfredo Duro, y felices de la vida. Nos fuimos el miércoles «al carrer» a celebrar una gesta histórica mientras vosotros seguís por aquí con una indigestión de narices complicada con una ceguera antológica. Sois una minoría ruidosa los que seguís desviando el foco hablando del árbitro y la envidia os tapa los ojos. Eso incluye esta Liga, a pesar del tropiezo en Riazor. Porque lo de ayer no es para machacar como haces siempre a todo lo que huele al Barça, sólo un tropiezo. Para no seguir tu ejemplo ya ves que hago autocrítica y tampoco insistiré en el más que posible penalti a Piqué. Los azulgrana han confirmado que son capaces de remontar lo que parece imposible. Yo sí que voy a repetir lo que dije en su día y se cumplió: si alguien es capaz de remontar un 4-0, ese es el Barcelona. Pues eso.
- El mejor Neymar
Sabía yo que ibas a coger la lesión del brasileño por bandera para cargar contra él. Dudar del parte que firma un equipo médico me parece altamente atrevido. Pero hablar de falta de compromiso del jugador que se echó el equipo a la espalda y creyó más que nadie en la remontada, es de risa. Si alguien alberga alguna duda sobre la calidad de Neymar y su entrega al Barça, que vuelva a ver el partido del pasado miércoles. A ti también te irá bien, Duro, así sabrás como un «the best» suda y siente una camiseta.
- Miedo al triplete
Terror en la capital. Pánico. Miedo a que este Barça único, irrepetible y autor de uno de los capítulos más brillantes de la historia del fútbol pueda ganar el triplete. Y sí, con el mejor jugador del mundo en sus filas. Será muy difícil, pero sigue en el camino de los tres títulos, algo a lo que otros más abonados a lo celestial no pueden optar. Envidia mal gestionada que os lleva a la crítica más destructiva. Es lo que tiene salir «al carrer» sacando pecho. Abrígate un poquito, anda.
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