Cholo: sí se puede jugar al ataque

Un equipo es un estado de ánimo y el Atlético es el ejemplo más cercano. El ejército rojiblanco puede quedar noqueado a las primeras de cambio de la Champions por una cadena de errores (salvo improbable milagro del Qarabag en Roma), pero su victoria ante los italianos le ha permitido coger vuelo y recuperar confianza. Solo así cabe explicarse que, ya de regreso a la Liga, le hiciera el sábado-noche una «manita» al Levante en un campo maldito estos últimos años para Simeone, que también ha debido aprender que si hay intención de jugar al ataque, sí se puede... Y se debe, Cholo.

La conexión «G»

Porque el Atlético soltó ante el Levante su mejor partido del curso con tres delanteros: Gameiro, Griezmann y Correa. Y se corrigió ese insufrible vicio de que cada vez que se adelantaba en el marcador, toque de corneta y todos pasito atrás, a atrincherarse, crimen táctico que al final desembocaba en castigo. Un autogol de Róber le puso al Atlético el duelo a favor y, esta vez no, esta vez el equipo mantuvo sus líneas de presión adelantadas, olvidó la «mieditis» (anímica y de pizarra) y buscó más goles. Y lo hizo ya a lo grande porque el Cholo encontró el «punto G» en ataque, la conexión francesa Griezmann-Gameiro, que se dio un festín goleador y de asistencias mutuas.

Televisivo Antoine

Punto final para rematar todo: ha vuelto Griezmann. Ya sólo hace falta que el Cholo se convenza de que hay partidos en los que al ataque se juega y se gana mejor, y de que la próxima vez que el «soldado Antoine» se ponga delante de una cámara de televisión francesa no vuelva a faltarle al respeto al Atlético, aficionados incluidos. Así sea, al menos hasta que acabe la temporada y alguno de los grandes deposite los 100 millones por su fichaje. ¿Estamos?