«Chupito y... palomitas ‘‘pa’’ Milán»

Redacción de Atresmedia, San Sebastián de los Reyes. El equipo de «El Chiringuito», listo para vivir una nueva final de Copa con la polémica de siempre. ¿Pitarán o no pitarán el himno? La verdad es que la respuesta la sabíamos todos. Pero más allá de este siempre enojoso asunto, estaba el fútbol. Que, aunque a algunos se les olvide, es por lo que se habían citado Sevilla y Barça en el Calderón. Mereció más el Sevilla, pero ganó el Barça. Y nosotros, los madridistas, a lo nuestro: «Chupito y palomitas ‘‘pa’’ Milán».

- Sarkozy lo suspende

Alfredo estaba ya con su «Cara a Cara con Carme», y con lo de los silbidos del sector culé al himno español no pudo reprimirse: «Esto ya tenía que estar suspendido. Sarkozy lo habría hecho». Y es que este asunto de la politización del Barça y los pitos nos cansan ya a muchos españoles. Luego el debate con Carme se fue también al terreno de juego.

- Sentimiento andaluz

Pero antes, Damián me dijo con contundencia: «Voy con el Sevilla a todo poder, que diría Iniesta». Y me aclaró: «Nacho, que yo tengo mi sentimiento andaluz, faltaría más...» Y Rafa Guerrero reflexionaósobre el factor físico en los mejores momentos del Sevilla en el primer tiempo: «O marcan pronto o acusarán luego el desgaste del partido con el Liverpool». Había que esperar a ver si Rafa acertaba en esa previsión.

- ¡Expulsión!

Fue el grito general que se escuchó en la redacción cuando Mascherano estiró la camiseta de Gameiro, que se iba solo. Rafa Guerrero lo tenía claro: «¡Eso es expulsión!». Carme, cerca del línea más famoso de este país, asentía hasta que por la televisión pasaron la repetición de la jugada. «Esa roja es injusta. Se agarran los dos». Sinceramente, Carme, eso es roja y no admite discusión.

- A lo nuestro

No hubo goles hasta que llegó la otra expulsión, la del sevillista Banega. Y no me duelen prendas en admitir que me pareció también justa. Ya diez contra diez me dio rápidamente la impresión de que empezaba a tomar cuerpo la teoría del cansancio de Rafa: «Está flaqueando ya el Sevilla», escuché de forma unánime a mi alrededor. Y así fue. El gol de Jordi Alba certificaba el triunfo culé. Luego llegó el tanto de Neymar. Y ahora nosotros a Milán a por la Undécima. Eso es lo que vale.